¿Cuáles son las consecuencias ciertas de las sanciones contra Nicolás Maduro y sus funcionarios? Expertos consultados coinciden en que sirven principalmente para aislar al madurismo internacional y para exponerlo internacionalmente, desde el punto de vista de su carácter autoritario. Pero, esas sanciones no sirven para solucionar los problemas de Venezuela
La imagen de la embajadora de la Unión Europea, Isabel Brilhante, recibiendo su “carta de expulsión”, tras ser declarada “persona non grata”, por Nicolás Maduro, dio la vuelta al mundo. La medida era una respuesta al recrudecimiento de las sanciones contra los jerarcas del chavismo.
Pero, más allá de la imagen, lo que importan son las causas y las consecuencias de esas acciones. Las mismas derivan en una escalada diplomática. La situación hace más difícil la superación de la crisis del país por la vía del diálogo.
Las causas de la expulsión son las sanciones a los funcionarios de la administración de Maduro. Pero, en realidad ¿Esas sanciones resuelven los problemas del país? ¿Para qué sirven realmente estas medidas?
Expertos consultados por Impacto Venezuela coinciden en que “aíslan internacionalmente a Maduro”. Pero realmente no han servido ni para solucionar la crisis ni para sacar a Maduro del poder”.
Confrontación
“La expulsión de Isabel Brilhante Pedrosa, representa un nuevo capítulo de la confrontación de la comunidad internacional. Pero, especialmente de la UE, con Nicolás Maduro”, dijo el sociólogo Trino Márquez,
Sostiene que “todo este cuadro no hace sino complicar las cosas. Se alejan más las posibilidades de que en Venezuela se cree el ambiente adecuado para una negociación eficaz”.
A su juicio, “no existen posibilidades de que los problemas domésticos se resuelvan”. Y esto pasará “mientras no se superen las aristas más filosas de la crisis política nacional”.
Sostiene que “las tensiones con la UE enrarecen aún más el ambiente. Conspiran contra la posibilidad de que los sectores democráticos utilicen el apoyo internacional. Este se necesita para intentar alcanzar acuerdos que mejoren la situación. Lo más probable es que estimulen un giro más autoritario del Gobierno”, dijo.
Asimismo, considera que “la salida de Isabel Brilhante Pedrosa, en vez de fortalecer las posiciones de las fuerzas democráticas, las debilita más de lo que ya están”. “Creo que la UE no ha diseñado la estrategia correcta para ayudar a salir de Maduro”, expresó.
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Preocupación
De otro lado se encuentran las ONG defensoras de derechos Humanos que también expresaron su preocupación. Creen que se acrecientan “las tensiones entre el gobierno de Venezuela y la Unión Europea”.
“Ante esta situaciones deben prevalecer los mecanismos de diálogo diplomático. Los mismos deben mantener relaciones basadas en el respeto e intercambio productivo”, dice un comunicado emitido por un centenar de 100 ONG.
Exhortaron “a los representantes institucionales a tomar decisiones que favorezcan el diálogo político”. También piden “facilitar un camino de cooperación. Revertir esta decisión, mejoraría las condiciones para unas relaciones internacionales que favorezcan el entendimiento. Se necesita en una ruta democrática que permitiría evidenciar voluntad política por la resolución del conflicto”.
Decisión inmadura
“Expulsar a la embajadora de la Unión Europea es una decisión dirigida a calmar a los públicos internos de la élite chavista”. La afirmación la hizo por su parte el economista y analista Luis Vicente León, director de Datanálisis.
Para León, “la ruptura de relaciones del chavismo con Europa tiene impacto directo sobre la población y sobre la probabilidad de cambio. Es una medida inmadura e impopular que nos aleja de cualquier solución negociada. Ahora se pierden contactos, mediadores e interlocutores claves en Venezuela. Nos condenan al aislamiento”, afirmó.
Pero “alejarnos de la negociación tiene, paradójicamente, un impacto completamente contrario al esperado por quienes presionan los cambios. La realidad es que nada parece indicar que esto nos acerque a una solución de ningún tipo. Más bien aumenta exponencialmente el escenario que congela el control interno radical de la revolución”.
Asevera que “aumenta la influencia de los aliados internacionales de Maduro en la vida económica y política del país. Consolida el aislamiento de Venezuela de la comunidad internacional moderna”.
Cree que “limita su participación y apoyo a la gente que lo necesita desesperadamente. También deteriora la calidad de vida y primitiviza masiva y permanentemente al país”.
Sanciones y exposición internacional
“En el caso venezolano, las ventajas políticas más resaltantes de las sanciones tienen que ver con la exposición internacional del carácter antidemocrático del régimen”. La expresión corresponde al experto en políticas públicas, Wilfredo Velásquez.
Recordó que esto se expresa “en las causas de las sanciones, especialmente las relacionadas con la violación de los derechos humanos. Además de la corrupción y la violación sistemática de la propiedad privada”. También “la conculcación de los derechos laborales y sindicales”.
A su juicio, “con las sanciones se logra también el aislamiento político dentro del ámbito democrático internacional. Se les obliga a desenmascararse al ubicarse del lado de los regímenes totalitarios del mundo. En lo interno también obligan a la población a deslindarse del régimen y a sus partidarios a cerrar fila junto a los cabecillas”.
En lo económico, dice que “es evidente que tiene efectos negativos para el país. Pero no en la medida que dicen los afectos al gobierno. En el caso venezolano la presencia de vehículos de lujo, incluidos los majestuosos yates y los bodegones. Además del surtido de licores y de productos para los restaurantes de lujos. Incluyendo los teléfonos celulares de alta gama y las tiendas y boutiques con las grandes marcas, desmienten el uso maniqueo que hace el régimen de las sanciones”.
Por otro lado, es importante señalar que las sanciones, “en gran medida están dirigidas a limitar el uso particular que hacen los personeros del régimen de los bienes de la nación. Y también a limitar su movilidad internacional”.
Explica que “los recursos de los cabecillas del régimen están básicamente convertidos en capital de inversión, no productivo. Estos capitales o pagan impuestos mínimos en el mundo. Con las sanciones los obligan a utilizar testaferros y les dificultan la movilidad de los mismos”.
Las sanciones en definitiva “limitan el desempeño de los jerarcas de los gobiernos sancionados. Limitan la promoción de sus políticas a nivel internacional. También la compra de conciencias de gobiernos similares en los organismos multilaterales y el uso del lobby internacional. Finalmente, dificultan el manejo de los capitales producto de la corrupción”.
No tiene prisa
Recientemente se produjo el primer contacto oficial de un funcionario de la administración de Joe Biden con el dirigente opositor Juan Guaidó. El secretario de Estado, Antony Blinken, le ratificó el apoyo de EE.UU. “como presidente interino de Venezuela”.
En ese marco, funcionarios de Biden han afirmado que este “no tiene prisa en levantar las sanciones”. Menos en negociarlas con Nicolás Maduro.
Pero, lo que sí considera importante es que haya un acuerdo entre Maduro y Guaidó que “están mal en las encuestas”. El acuerdo debería derivar en elecciones libres. Mientras, EE.UU. se preocupa más en la situación humanitaria de Venezuela.
