En junio del año pasado, igualmente, después de que la UE sancionó a 11 funcionarios de Maduro, este ordenó la expulsión de la embajadora Isabel Brilhante, pero tres días después echó para atrás la medida
No es la primera vez que Nicolás Maduro expulsa a la embajadora de la Unión Europea, Isabel Brilhante. Ya lo hizo hace aproximadamente 240 días, y por las mismas razones. Es decir, por las sanciones.
A finales de junio del año pasado, la Unión Europea anunció sanciones contra 11 funcionarios de la administración de Maduro. Por VTV, el 29 de junio, Maduro expulsó a la embajadora y también le dio 72 horas para irse del país.
Tres días después, poco antes de cumplirse el plazo, Jorge Arreaza, informó que se revertía la orden de expulsión.
En esos días, Arreaza y Josep Borrell conversaron y emitieron un comunicado conjunto. En el documento se comprometieron a “mantener las relaciones diplomáticas en el marco de una cooperación sincera y del respeto al Derecho Internacional”. En consecuencia, Brilhante se quedó en Venezuela.
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Arreaza se prestó
A diferencia de la primera orden de expulsión contra la diplomática, esta vez el propio Jorge Arreaza comunicó la decisión a Brilhante. Lo hizo en la Casa Amarilla, sede de la cancillería.
Para ello citó a otros diplomáticos, pero también a la prensa. De allí que haya fotografías y videos de la embajadora recibiendo la orden de expulsión y abandonando el ministerio de Relaciones Exteriores.
“Por decisión del presidente Nicolás Maduro, hemos entregado en sus manos, a la señora Isabel Brilhante (…) la declaratoria como persona non grata (…). Se le ha dado un plazo de 72 horas para abandonar el territorio venezolano”, dijo Arreaza a los medios.
Según la agencia Efe, el encuentro privado con Brilhante duró cerca de una hora. Y según el mismo Arreaza sirvió para “explicarle el irrespeto a la Constitución que suponen las sanciones”.
“Hemos llamado la atención (a la UE) ojalá que haya una evaluación sosegada (…) que hagan un proceso de análisis reflexivo, que puedan deponer esas actitudes injerencistas y prepotentes”, prosiguió.
Arreaza también dijo que espera que el bloque europeo “deje de ser un apéndice de la élite dominante”. Esto en alusión a Estados Unidos y que “aprenda a respetar a los países independientes”.
Nada de diálogo
Horas después, el propio Maduro asumió la expulsión. “No se puede aceptar que nadie venga a ofender a Venezuela. Lo hacemos en contra de nuestra voluntad, inclusive. Nosotros queremos tener las mejores relaciones con toda Europa”, dijo.
“La UE es bienvenida en Venezuela, pero si respeta la democracia y las instituciones democráticas en nuestro país”, agregó.
Además, Maduro advirtió a la UE que debe rectificar su política hacia Venezuela. “O ustedes rectifican o con ustedes no hay más nunca ningún trato, de ningún tipo, ningún diálogo”, señaló.
