La ley de orden público aprobada en el congreso colombiano permite negociar más allá del sometimiento de desertores
La aprobación de la reforma a la ley de orden público dejó la puerta abierta para que las disidencias de las Farc –desertores del acuerdo de paz firmado en 2016– sean reconocidos con estatus político y puedan sentarse de tú a tú con el gobierno presidido por Gustavo Petro.
El ministro del Interior, Alfonso Prada, afirmó que la Segunda Marquetalia, como se autobautizó la disidencia de “Iván Márquez”, también podrá tener tratamiento político.
“No personalizamos, nuestro problema no se llama ‘Iván Márquez’, sino la violencia. Si es una organización criminal, deberá avanzar al sometimiento por la vía judicial. Si le reconocemos el estatus político, avanzará hacia el diálogo político y al acuerdo de paz”, explicó.
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Los opositores al gobierno de Gustavo Petro tildaron este paso como un premio a quienes traicionaron el acuerdo y aseguran que eso ensucia las futuras negociaciones.
Empero, para Prada es una puerta que se debe mantener abierta porque, tras Iván Márquez, está conectada una estructura que deja a su paso una gran mancha de sangre. “No vamos a hacer normas para personas, sino para estructuras políticas y criminales”, aseguró el ministro del interior de Petro.
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La ley de orden público para la “Paz Total” ya fue votada en el Senado y en la Cámara de Representantes; ahora pasará a una conciliación.
