El camino hacía la paz ¡total! en Colombia parece irreversible
Décadas de violencias han golpeado tanto a los colombianos que ya el lograrse la paz es una ¡necesidad!
En Colombia se viene fraguando la paz desde hace más de treinta años, cuando en 1985 el por entonces presidente Belisario Betancourt empezó a acercar el Estado a los territorios que más sufrían el conflicto armado, encaminándose a la creación de condiciones que propiciaran diálogos en pos de la paz.
Siempre ha sido muy claro que para lograrse salir avante en la empeorante crisis de legitimidad es imprescindible un cambio de régimen; propuestas hechas por los gigantes políticos colombianos, Álvaro Gómez Hurtado y Luis Carlos Galán, ambos asesinados, mártires de la paz.
Desde aquellos muy convulsos tiempos vienen creciendo titanes pacifistas de alta valía como es Álvaro Leyva Durán, un convencido de que por la paz hay que convocar a todos, comprometiendo a colombianos -sin distingos- pues solo así se puede alcanzar una real paz…total.
Otro Álvaro, el Uribe Vélez, rechazó los llamados de quienes le dijeron que la pacificación del país se lograría a través de diálogos hasta llegarse a acuerdos, empero, creyó que era por la imposición bélica, conllevándose a más recrudecimientos de las violencias.
La realidad demostró que la razón siempre la tuvieron los que -durante años y a pesar de tantos ataques estigmatizantes- soportaron, incansables, abogando porque la paz no fuera matada.
Iván Cepeda, senador que ha hecho de la paz su sentido de vida, al igual que Álvaro Leyva, son aguerridos que nunca desistieron de sus empeños por la paz de ¡todos! los colombianos.
La comunidad internacional tampoco cejó en los esfuerzos por apoyar el logro de la paz en Colombia. Cuba siempre ha estado ayudando en esta noble causa; y entre los cubanos fue muy loable Iván Mora Godoy, quien fuera embajador de Cuba en Bogotá, y un gran amigo de Colombia, inolvidable.
En la Habana se logró acordarse con las Farc el cese del conflicto vs esa guerrilla; a pesar de las falencias y errores que se cometieron.
Luis Fernando Rosas Londoño, escudero incondicional de Álvaro Leyva, amigo del hoy Canciller del gobierno encabezado por Gustavo Petro, del que también Luis Fernando sigue siendo muy leal, es Rosas Londoño uno de los colombianos que mejor conoce los caminos hacía la paz en Colombia.
Una voz tan autorizada como Luis Fernando Rosas, es vital, esencial, para ver muy bien lo acontecido y qué podría depararle a la anhelada paz.
Más allá de lo escrito en su imperdible libro “De la paz silenciosa a la voz silenciada”, las reflexiones de Luis Fernando Londoño son de altísima valía.
Gustavo Petro, invencible luchador por la paz, fraguado en muchas batallas, recién llegado a la presidencia de Colombia, hoy más que antes, propone y potencia una Paz Total, muy necesaria para todos los colombianos, apoyada por muchos, dentro y fuera del país.
Sin embargo, esta Paz Total podría tener sus enemigos internos -dentro del gobierno a algunos muy poco comprometidos con este ideal y que pongan palos en las ruedas saboteando avances- otros los hipócritas de esa oposición “inteligente” que solapadamente, traicioneros, pretendan incendiar a una parte de los colombianos, mientras dizque apoyarían “constructivamente” el desempeño gubernamental; sumándose armados ilegales narcos como esas Bacrim.
Empero, dependerá del empoderamiento popular -con mucha pedagogía social mediante- para no dilatar el hacer coronar la paz… que va a llegar, pero demoras redundarían en agonías y desangres.
Un Pacto Histórico, que unió a fuerzas políticas, hicieron subir a un gobierno progresista.
¿Y entonces? Qué tal que surja un “Pacto por la Paz” sumando a políticos, movimientos sociales, asociaciones ciudadanas, uniéndose quienes fueron actores armados, para que -en manos del presidente Gustavo Petro- se logre un Premio Nobel de Paz para todos colombianos.
