Hombres, mujeres, civiles, militares. No importó. Funcionarios de la Dgcim, del Sebin, PNB y GNB, aplicaron la violencia sexual para obtener confesiones o simplemente para provocar terror
Entre las más de 400 páginas del informe de la ONU sobre las violaciones a los DD.HH en Venezuela, destaca un capítulo dedicado a la violencia sexual. Se trata de uno de los métodos de tortura usados especialmente en la Dgcim y el Sebin contra los disidentes detenidos desde el 2014.
La misión internacional plasmó en el escrito que se documentaron “45 incidentes que incluyen 89 actos específicos de violencia sexual”. Hombres, mujeres, militares o civiles. No importó.
“De esos incidentes, 9 ocurrieron en el contexto de manifestaciones, 34 durante interrogatorios o detenciones de disidentes u opositores. Dos ocurrieron durante operaciones de seguridad”, indica el legajo.
Resume que 74% de los actos de violencia sexual se perpetraron contra hombres y 30% contra mujeres. No obstante, alertaron que posiblemente “existen muchas más víctimas que por miedo o falta de confianza en los organismos judiciales decidieron no denunciar sus casos”.
El régimen usó la violencia sexual “como técnica represiva … durante el arresto y la detención de personas por parte de servicios de seguridad del Estado”.
Lea también: CONSTERNADA Y DOLIDA: Colombia le da el ÚLTIMO ADIÓS a Javier Ordóñez
Detalles de este método de tortura
El informe detalla que pudieron confirmar tres casos de “violación sexual utilizando partes del cuerpo u objetos”.
Las “amenazas de violar a personas o hacer que otras personas las violen” se usó en 19 casos confirmados”.
Igualmente, “las amenazas de violación u otros tipos de violencia de género contra familiares mujeres de las víctimas, se utilizó en otros cinco casos confirmados”.
“La violencia sexual incluyendo el manoseo de senos, glúteos y genitales y azotes, se utilizó en 10 casos confirmados”, señala el escrito. También obligaron a otras 23 personas a desnudarse por períodos prolongados.
Asimismo, la “violencia dirigida a los genitales, incluidas las palizas o la aplicación de descargas eléctricas, se cometió contra 24 detenidos”. Igualmente, realizaron “requisas corporales invasivas e innecesarias a personas detenidas o visitantes”.
Además de la violencia sexual, la investigación destacó que también se usan otras técnicas de tortura: posiciones de estrés, asfixia, golpes, descargas eléctricas, cortes y mutilaciones, así como amenazas de muerte y tortura psicológica.
Dgcim y Sebin
Funcionarios de la Dgcim y el Sebin perpetraron la mayoría de los actos de violencia sexual documentados, según el informe. “Funcionarios utilizaron la violencia sexual como medio de tortura para obtener confesiones o información de las víctimas. Infligieron tanto dolor físico como humillación y angustia psicológica”.
Resalta que “estos hechos se llevaron a cabo generalmente en los centros de detención de los servicios de inteligencia, en particular la Dgcim de Boleíta, el Sebin de El Helicoide y el Sebin de Plaza Venezuela (La tumba), bajo el control de funcionarios de mayor rango. La Dgcim también perpetró algunos de los actos documentados en las casas clandestinas, denominadas casas seguras”, destaca el documento
Se subraya el caso de un hombre detenido que fue violado en la Dgcim de Boleíta. “Los comandantes, incluyendo las autoridades de alto nivel dentro del Sebin y la Dgcim, tenían pleno conocimiento de este patrón de crímenes. A menudo ocurrían en los mismos edificios donde trabajaban. La Misión ha registrado los nombres de más de 45 funcionarios del Sebin y de la Dgcim directamente responsables que deben ser investigados y procesados”, dijo Francisco Cox, miembro de la Misión.
Otros actos de violencia sexual registrados vinculan a funcionarios de la GNB y la PNB durante las protestas antigubernamentales.
“Estos incidentes incluyen la violación de por lo menos dos manifestantes hombres y agresiones sexuales contra varias manifestantes mujeres. Además, funcionarios de la GNB y la PNB amenazaron con violar a hombres y mujeres detenidos, incluidas personas de la población Lgbti”, dice una parte del documento.
Cita como ejemplo, el caso de “una testigo detenida en 2014”. “Funcionarios de la GNB retuvieron a una manifestante transgénero con los manifestantes hombres. La amenazaban con violarla cuando iba al baño”.
