Ser adulto mayor en Venezuela es estar sometido a calamidades e inseguridades debido a la grave crisis que sufre el país
Envejecer es sinónimo de preocupaciones, pobreza, necesidades y agonía, sí, un anciano en Venezuela en vez de disfrutar de tranquilidad, está sometido a calamidades.
Esto, gracias a la crisis generalizada que aqueja al país desde hace más de siete años.
Aquellas pensiones que antes permitía que fuesen independientes, se convirtió en una “limosna” que no les permite alimentarse correctamente.
Recientemente la ONG Convite, realizó un informe en el que determinó que las condiciones de vida de las personas mayores son extremadamente vulnerables.
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«Solamente pueden comer proteína animal una o tres veces a la semana», lo que es alarmante para esta población que ha reducido los platos en sus mesas.
Alertó que si no consumen proteína animal están en condición de riesgo y vulnerabilidad.
En promedio calculan que la tercera edad necesita al menos 50 dólares mensuales para poder cubrir sus gastos.
Por lo cual 75 % de los consultados requiere que sus hijos que están afuera los mantengan.
Al menos 96 % de los encuestados indicó que tienen interrupciones en el servicio eléctrico.
Mientras que 85 % presenta problemas para adquirir el agua.
Convite alertó que Venezuela está envejeciendo y lo está haciendo de forma acelerada, porque no cuenta con un plan nacional de envejecimiento.
Denunció que este debate no está ni siquiera en debate en la Asamblea Nacional.
Francelia Ruíz directora de proyectos de Convite criticó que la tercera edad no cuenta con pensiones sustentables.
“Mucho menos con un plan de vacunación contra el coronavirus que sea efectivo”, dijo.
