Tere y Ramón con sus conocimientos, experiencia ancestral, pasión por la cocina y por comer decidieron emprender Embrollados en España. Esta es la historia de un emprendimiento de amor
Un emprendimiento con sazón venezolano llega a Madrid, de la mano de una pareja que luego de más de 20 años de haber trabajado juntos, se unen con ingenio y sabor para deleitar paladares en el viejo continente.
Esta es una historia que se gestó a larga distancia, entre dos continentes y países diferentes; México y España.
Teresina y Ramón se reencontraron en un grupo de excompañeros de trabajo, y ahí comenzó la magia. Fue un reencuentro virtual entre amigos de juventud, surgió el amor y con ingenio venezolano se les ocurrió la gran idea de “vivir una embrollada aventura … para siempre”.
Luego de un año se encontraron en Madrid y materializaron un sueño: un emprendimiento de amor en tiempos de migración. Así nace Embrollados.
Un emprendimiento de amor
“Tere”, creció en una familia con ascendencia italiana, por lo que la relevancia de la comida en su vida giraba en torno a la mesa de la casa de su nonna, donde la familia entera se reunía los domingos y algunos “muchos” más.
Fue gracias a la crianza con su “nonnita”, que aprendió casi todo lo que sabe de cocina, incluyendo la pasión y la excelencia de la buena mesa.
Y así, con el paso de los años, entre aquí y allá, entre un fogón y otro, nace este emprendimiento venezolano en Madrid.
Ramón es natural de Mérida, tiene tradiciones culinarias, aprendidas de su querida abuelita: antes de migrar a España hace 20 años, se conoció Venezuela de palmo a palmo. En cada pueblito, la comida probó; teniendo frescos en su memoria el sabor de la gastronomía venezolana.
A ambos les encanta cocinar, y probar sabores.
¿Qué son los Embrollados?
Luego de varias pruebas de sabor, Embrollados nace como unas hallaquitas deliciosas, rellenas y muy innovadoras.
Embrollados, no es un bollito como los conocemos en Venezuela, tampoco es un tamal como se conoce en México, es una fusión de sabores con un nombre que le da esa picardía a la propuesta de este par de emprendedores venezolanos.
Antes de llegar a Madrid hizo varias pruebas de los “Embrollados”, con hojas de plátano, maíz y variedad de sabores.
Fueron más de 50 sabores los que probaron Tere y Ramón, y se decidieron por unos pocos para probar el mercado español.
Cuando Tere se vino de México a España, arrancaron con mucho entusiasmo. Buscaron oportunidad de negocios en sitios con alta afluencia de venezolanos y de latinos.
Con la experiencia en la cocina y la sazón de Tere probó con varios tipos de masas como de los embrollos de pollo, usan la masa de pimentón rojo. Las cachapas de hojas la hacen con maíz tierno, sin preservantes.
Los embrollados son un producto artesanal con sabores disponibles: cazón, pollo troceado, de chicharrón relleno de queso, carne picada con un toque de ají picante, pernil, mechado, bacon, masa de chorizo rellena con queso, pepiada que es pollo con aguacate,vegetales con queso.
Los Embrollados se pueden pedir vía delivery por Instagram y también en la Latina Store, ubicada en el Mercado de Las Maravillas, un lugar en Madrid donde se consiguen productos con sabor venezolano.
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Embrollados
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La experiencia de migrar
La migración en Europa no es fácil; la mayoría de las veces representa un reto, son muchas las dificultades que se presentan.
Para Ramón, uno de los desafíos más difíciles es no navegar entre dos aguas, en el sentido de vivir en España con el corazón en Venezuela. “Tener la mente y el corazón aquí. Y vivir aquí”.
“Creo que el problema es que la gente no desconecta ni mental ni emocionalmente de Venezuela”, agrega.
Por eso recomienda que “sientan el sitio donde lleguen. Hay que sentirlo, vivirlo, conocerlo. Hay que conocer y sentir a la gente. Eso te ayuda muchísimo porque te integras. Porque es más fácil aceptar las cosas de cada lugar”.
“Hay que llegar con humildad, no creyendo que te lo sabes todo. Tengo muchos estudios universitarios y títulos y te puedo decir, no es que me he comido las verdes, sino las antes de las verdes; pero hay que aceptar nuevas maneras y nuevos modos de hacer las cosas”.
Para Ramón no se trata de que las cosas se hagan de mejor o peor manera, sino “hay otras maneras diferentes”.
Por eso insiste en la importancia de integrase a la gente, en conocer las culturas e incluso realizar actividades comunitarias y recreativas que permitan fortalecer los vínculos.
Casi 7 millones de venezolanos
De acuerdo a la cifra que maneja Acnur sobre la migración venezolana en el mundo son 6,8 millones de personas refugiadas y migrantes.
De los cuales más de 970.000 son solicitantes de asilo de Venezuela en el mundo.
Se estima que son alrededor de 2,4 millones de personas las que cuentan con diversos permisos de estadía.
La comunidad venezolana en España es la más numerosa en Europa. Actualmente, el INE ha registrado un total de 396.188 personas nacidas en Venezuela con residencia en España.
De este total, 173.298, tienen también nacionalidad española; y, 222.890 son nacionales de Venezuela o de un país tercero, 67123.
De acuerdo a un informe de 2022 elaborado por la Embajada de Venezuela en España, entre la diáspora se cuentan “más de 5.000 médicos, más de 7.000 ingenieros y arquitectos y alrededor de 400 médicos veterinarios especializados”, reseña National Geographic.
La realidad es que menos del 30% de estos profesionales ha tenido acceso a empleos cualificados dentro de sus áreas de especialización.
Un dato importante es que en España, durante los siete primeros meses de 2022, se han recibido casi 16.000 peticiones de asilo por parte de venezolanos (de las que se aprobaron 9.475), lo que supone un 65% más que en el mismo periodo de 2021.
Tere y Ramón son parte de esos casi 400 mil venezolanos que están en España, trabajando. poniendo lo mejor de ellos para crecer con su emprendimiento y echar raíces con garantías de seguridad, de salud, física y económica, como ellos mismo lo indicaron.
Un ejemplo a seguir!!! Orgullosa de mis amados hermanos venezolanos!!! Los felicito por tan bella labor!!! Los quiero un montón!!!