Se trata de la misión espacial IM-1 una acción en conjunto entre la NASA y la empresa privada, que deberá aterrizar en el polo sur de nuestro satélite natural a finales de febrero
En horas de la madrugada de este jueves y tras 50 años, una nueva misión a la Luna ha despegado desde la Tierra, para llegar a la superficie lunar.
La Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA por sus siglas en inglés), en conjunto con la empresa privada Intiutive Machines, lanzaron desde el Centro Espacial Kennedy, la misión IM-1, la cual busca posarse de manera suave en la superficie lunar y depositar un robot, que hará diferentes estudios.
Este sería el segundo intento que hace una empresa privada este año, después del fracaso en enero de este año.
Tras 50 años de la última misión Apollo, que sería la carrera espacial de mayor envergadura, Estados Unidos y la empresa privada han lanzado con éxito la misión IM-1, la cual deberá aterrizar en la zona sur de la Luna para el 22 de febrero.
El módulo de aterrizaje Nova-C, de forma hexagonal y denominado “Odysseus”, despegó a la 01H06 del jueves (06H06 GMT) a bordo de un cohete Falcon 9 de SpaceX desde el Centro Espacial Kennedy, de Florida.
Después de desprenderse de la parte superior del cohete, el módulo fue encendido y puesto en funcionamiento “con éxito”, mostrándose “estable, cargando sus paneles solares y estableciendo contacto por radio”, declaró en un comunicado Intuitive Machines, cuyo centro de control se ubica en Houston, Texas.
Vale destacar que el despegue de IM-1 estaba pautado para el miércoles, pero debido a una anomalía en la temperatura del cohete, SpaceX decidió suspender el lanzamiento, para hacer una nueva revisión minuciosa y corregir la falla.
La agencia espacial estadounidense espera establecer una presencia de largo plazo en la Luna y recoger hielo para obtener agua potable y combustible para cohetes en el marco de su programa Artemis.
No solo un robot va a la Luna
La NASA pagó a Intuitive Machines 118 millones de dólares para llevar equipos científicos al satélite natural con el fin de comprender mejor y mitigar los riesgos medioambientales para los astronautas.
Pero la nave lleva un cargamento más colorido, incluido un archivo digital del conocimiento humano y 125 esculturas pequeñas de la Luna del artista Jeff Koons.
Después de alunizar, se espera que las cargas funcionen durante siete días antes de que inicie la noche lunar en el polo sur, cuando el Odysseus quedará inoperable.
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El IM-1 es la segunda misión bajo una iniciativa de la NASA creada para delegar servicios de carga al sector privado para cortar costos y estimular una economía espacial más amplia.
“Estos envíos osados no sólo conducirán a nuevas experiencias científicas en la Luna, sino que también están apoyando una creciente economía espacial privada”, afirmó el director de la NASA, Bill Nelson, en un comunicado.
La primera misión privada, de la empresa Astrobotic, fue lanzada en enero, pero su nave Peregrine sufrió una fuga de combustible y su módulo de aterrizaje debió ser destruido deliberadamente en pleno vuelo.
Con información de AFP
