Tener sed en épocas de calor es natural, pero ¿qué pasa cuando siempre tienes sed?
Es normal que en épocas calurosas nos de mucha sed, también sabemos que por lo general lo normal es que al día se beban dos litros de agua.
En épocas de calor podemos llegar a tomar hasta un litro más de lo habitual, en días de mucho calor es totalmente normal porque también eliminamos más líquidos.
Ahora bien, qué pasa cuando la sensación de sed no desaparece, por mucho que cuidemos la hidratación.
Según los expertos, cuando se está en presencia de sed excesiva por calor, se le llama polidipsia primaria. Pero si seguimos sedientos a pesar de beber mucho, pudiera tratarse de algo derivado de una enfermedad. Entonces lo llamamos polidipsia secundaria, reseña el portal Saber Vivir.
Lo que debemos observar
El cuerpo tiene su propia forma de enfriarse, como es el sudar. Al acumular mucho calor, se activan las glándulas sudoríparas que eliminarán líquidos, esto se traduce en que se humedece la piel y luego evaporarse, nos enfrían.
Cabe destacar que, por lo general, los hombres sudan más porque en ellos esas glándulas son más activas debido a los niveles más altos de testosterona. Mientras que en la mujer, los estrógenos hacen que la temperatura corporal sea algo inferior.
¿Qué pasa si sudamos en exceso?
Si tus glándulas sudoríparas están a millón y sudas, tanto que debes cambiar tu ropa varias veces puede ser normal si la temperatura ambiental es alta o después de hacer ejercicio.
En esas condiciones se pueden llegar a eliminar más de 6 litros de líquido al día, cuando lo habitual es perder solo uno.
Que sientas mucha sed, entonces es lo esperable. Tu cuerpo pide recuperar lo que ha perdido para lograr de nuevo el equilibrio hídrico.
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Otros factores que provocan sed
La alimentación es otro de los factores que influyen en que podamos tener sed. Tal es el caso de beber beber té o café, puedes deshidratarte y provocar más sed.
Reseña el portal especializado Saber Vivir que la teína y la cafeína hacen que el cuerpo genere menos hormona antidiurética, la responsable de regular y mantener los líquidos corporales.
Eso significa que, tras tomarlas, iremos más al baño y el cuerpo, de nuevo, nos alertará (mediante esa rápida sensación de sed) de que debemos reponer líquidos para que los tejidos se mantengan bien hidratados.
El café o el té nos hacen ir más al baño y deshidratarnos. Es un efecto similar al que se da tras beber alcohol
Algunas personas notarán la boca seca y algo áspera aunque tomen poca cantidad, pero la deshidratación real y el ir más al baño suele producirse por lo general al consumir más de cuatro o cinco tazas de té o de café a diario.
Sobre la sed por la noche
Cuando dormimos podemos sentir mucha sed y al tomar agua sentir la boca pastosa y reseca, en este caso puede ser porque duermes con la boca abierta.
Los médicos le llaman síndrome del respirador bucal y tiene más trascendencia para la salud de lo que pensamos, ya que provoca una respiración menos eficiente (por lo que, quizá, los tejidos del cuerpo no reciban todo el oxígeno que necesitan).
¿Qué hay detrás de dormir con la boca abierta? Las alergias, el estrés, los pólipos o un tabique nasal desviado, obligan a mantener la boca abierta para que penetre más aire.
Por esta razón se reseca la cavidad bucal y las vías respiratorias, además de ocasionar ronquidos e incluso paradas respiratorias (apneas), halitosis o ronquera matutina.
Para mejorar se recomienda intentar respirar más por la nariz durante el día y eso te ayudará a hacerlo también por la noche.
