Jeanine Áñez publicó una carta en la que asegura que se cometen abusos y torturas en su contra y responsabiliza de todo lo que pueda ocurrirle al presidente de Bolivia, Luis Arce
La expresidenta interina de Bolivia, Jeanine Áñez denunció las “torturas” y “abusos” que sufre desde que la detuvieron. Lo hizo a través de una carta manuscrita que publicó en sus redes sociales. Teme que la maten y por ello pidió por la seguridad de sus hijos.
“Al pueblo boliviano. Mis primeras palabras al pueblo boliviano desde la cárcel de la dictadura”. Así inicia la carta donde Áñez responsabiliza “a la dictadura” de Luis Arce, actial presidente de Bolivia, de lo que pueda ocurrirle.
Áñez cumplió este lunes una semana recluida en una cárcel desde que un juez le dictó detención preventiva. Inicialmente era por cuatro meses y luego extendida a seis meses, ante el riesgo de fuga.
“Soy madre soltera y si llegan a matarme por uno u otro medio (…) solo quiero pedir al pueblo boliviano por la seguridad de mis hijos y mi familia”, dijo. Y También pidió a “los bolivianos que no se rindan jamás frente a la dictadura y la persecución política”.
Áñez está procesada por un supuesto “golpe de Estado” y acusada de sedición y terrorismo.
Sostiene varias veces a lo largo de las siete hojas de su misiva que “no hubo golpe. Fue un fraude”, reseñó Efe.
Asegura que sus palabras son de “ánimo y firmeza, esta es una lucha por la democracia y vamos a darla hasta el final”.
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Su salud
La salud de Jeanine Áñez se ha convertido también en una batalla judicial. El viernes pasado un juez ordenó el traslado a una clínica. Ella es hipertensa. La medida la revirtieron y en lugar de a una clínica la llevaron a otra prisión.
“Ya se llevaron mi libertad (…) ahora quieren llevarse mi salud”, afirma. Señala que no han permitido que la vean médicos independientes. Di que desconfía de los del Gobierno, porque son parte del “sistema de abuso y represión”.
Áñez señala que si algo “mayor” pasa con su salud responsabiliza directamente a “Luis Arce”.
“Yo soy una más, estoy serena, aquí estoy y aquí estaré hasta que el cuerpo me aguante”, dice. Reitera que no tiene intenciones de salir de Bolivia, como en su momento lo hicieron en 2019 “los que cobardemente renunciaron para no hacerse cargo de un país en llamas”.
Los abusos
“Hoy la dictadura me imputa por delitos que no he cometido. Jamás fui terrorista. Asumí la Presidencia por sucesión constitucional para pacificar Bolivia. No hubo golpe, hubo fraude”, denuncia Áñez sobre el proceso en su contra que sostiene, al igual que la mayoría de los sectores opositores, es una “persecución política”.
Asimismo señala que ha sufrido “abusos” desde el momento en el que fue aprehendida en su ciudad natal Trinidad, en el departamento amazónico del Beni, y luego traslada en un avión Hércules de la Fuerza Aérea Boliviana a La Paz y recluida en los calabozos de la Fuerza Especial de Lucha contra el Crimen (Felcc).
También dice que sus sobrinos, de 20 y 28 años, fueron torturados por los agentes de la Policía que hicieron parte del operativo para su detención y que otros familiares, personas mayores y niños fueron “amenazados”.
“No podemos entrar, estoy sin casa, no podemos sacar ropa, mis medicinas”, revela la exmandataria interina que se encuentra recluida en la cárcel de mujeres de Miraflores, aislada por la cuarentena que debe guardar según el protocolo contra la covid-19 en centros carcelarios.
