El niño acusado de blasfemia está actualmente bajo custodia de protección tras quedar en libertad bajo fianza la semana pasada, y su familia ha tenido que esconderse, según Amnistía Internacional
Un niño paquistaní de ocho años ha sido acusado de un delito de blasfemia, castigado con la pena de muerte, por orinar presuntamente en la biblioteca de una escuela musulmana.
Este caso generó en la ira de parte de la población local y en la preocupación de organizaciones internacionales en defensa de los derechos humanos.
El niño, hindú, presuntamente orinó en una sala de una madrasa (escuela religiosa) del pueblo de Bhong, en la provincia de Punyab, en el centro del país, donde se conservan textos religiosos.
De acuerdo con El País el hecho fue considerado por las autoridades locales “como un delito de blasfemia, contemplado en el Código Penal paquistaní”.
Dicha norma es considerada por Amnistía Internacional “imprecisa, general y coercitiva”.
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Condena por blasfemia
El niño, según AI, está actualmente bajo custodia de protección tras quedar en libertad bajo fianza la semana pasada, y su familia ha tenido que esconderse.
Luego de su liberación, un templo hindú local fue vandalizado por unos 80 manifestantes, que destruyeron las ventanas del edificio con barras de hierro.
El ataque llevó a miembros de la comunidad hindú a huir de sus casas. Alrededor de medio centenar de personas fueron detenidas, según fuentes policiales citadas por la agencia de noticias DPA.
Mientras que el Consejo de la Ideología Islámica emitió este lunes un comunicado para condenar el ataque, apunta el periódico Dawn, cita El País.
Minorías religiosas en Pakistán
La discriminación contra las minorías religiosas es habitual en Pakistán, donde los musulmanes representan 97% de la población y los hindúes apenas 2%.
En los últimos años se han registrado varios ataques contra lugares de culto hindúes en Pakistán. El año pasado, varios cientos de personas incendiaron un templo hindú en el noroeste del país.
Amnistía para Asia Meridional
El responsable de campañas de Amnistía para Asia Meridional, Rimmel Mohydin, considera que este caso “supone una desviación de la ley escandalosa y extrema”.
Por lo que llamó a revertir los “cargos absurdos” presentados sobre el menor.
Además, pidió protección tanto para el niño y su familia como para el conjunto de la comunidad hindú.
Esto con el fin de que los partícipes de la reciente “violencia colectiva” rindan cuentas ante la Justicia.
Con información de El País