Comenzó a los 9 años como hija de “El Puma”. Ha tenido una carrera exitosa y una vida privada discreta
Grecia Colmenares nunca quiso cortarse su cabellera. Siempre la utilizó larga, rubia. A veces con bucles. Otras, lisa. Lo cierto es que desde los nueve años que comenzó en la televisión su look, y cara, han sido los mismos.
Nacida en 1962 en Valencia, estado Carabobo, la actriz mostró sus inclinaciones por el mundo artístico desde muy niña. Sus padres secundaron sus inquietudes y fue así como la llevaron a Radio Caracas Televisión para que le diera curso.
Su primer papel fue como hija, nada menos, que de José Luis Rodríguez, “El Puma” en la telenovela Angélica, en 1971.
Siguió trabajando en telenovelas y series, hasta que, siete años después, le dieron, en el mismo canal, la oportunidad de protagonizar la miniserie Drama de Amor en el Bloque Seis, junto a Henry Zakka.
En esta producción, el amor entre los protagonistas salió de los estudios de Rctv para llegar al altar. Ella estaba por cumplir los 17 años cuando le dio a Zakka el sí quiero.
El matrimonio terminó, pero el trabajo no. Continuó su experiencia en telenovelas, de las cuales ha hecho una treintena en su carrera. Marielena, Elizabeth, Chao Cristina, Estefanía y Azucena, entre otras, le siguieron hasta que fue tocada por la mano mágica de Delia Fiallo.
Grecia Colmenares, la princesa en el castillo
Junto a Víctor Cámara, ahora flamante aspirante a la Alcaldía de Doral, hizo Topacio, la telenovela que abriría el mercado internacional para los dramones venezolanos. Aunque no era una producción original, ya que se trató de una versión de Esmeralda, fue la apertura de su camino exitoso.
La historia de una joven ciega, pobre y bella, funcionó tan bien para los protagonistas que aún viven de ese recuerdo.La producción no solo fue un éxito en Venezuela, sino en casi toda Latinoamérica y también en algunos países europeos, como Italia.
Te puede interesar: Huáscar Barradas prepara un concierto grandeliga (Entrevista)
De hecho, luego de Topacio, Grecia no vivió más en Venezuela. Solo volvió para hacer cosas muy puntuales. Pero fijó residencia en Argentina, primero, después en Italia y más recientemente en Miami.
Fue tanto su arrase que fue Colmenares la primera opción de Fiallo y Rctv para que protagonizara Cristal. Eso sí, debía cortar un poco su larga cabellera. Ella dijo que no a ambas peticiones. Fuera de las fronteras de su patria la esperaba el éxito y el amor.
Llegó a convertirse en la primera figura de la televisión argentina, donde, de la mano del productor peruano Jorge Crouisillat, hizo varias telenovelas.
María de nadie fue su primer trabajo en Buenos Aires, donde vivió por muchos años, debido al cariño que le profesó el público argentino. Contrario, por ejemplo, a su compatriota Catherine Fullop, Grecia solo se dedicó a actuar. Bien en TV o en teatro se convirtió en la niña mimada.
La reina
Ahí comenzó a escribir su nombre en el libro de los afectos dramáticos. Viajó a Italia, donde cualquiera de sus telenovelas se convertían en éxito. No importaba si la trama se repetía una y otra vez. Su presencia era suficiente. De hecho, a finales de los 80 y principios de los 90, su club de fans más importante estaba en ese país europeo.
“Me duele que hablen mal de mi país. Hacen leña del árbol caído”.
Grecia Colmenares, actriz
Su impacto en esa nación fue tan grande que tanto la RAI como Silvio Berlusconi se interesaron en trabajar con ella. Su primer proyecto con la estatal italiana fue Manuela, que si bien ya tiene 29 años de haberse grabado, actualmente se transmite con el mismo éxito de la primera vez en ese país.
La influencia del doble personaje hizo que se aventuraran a replicarla en una muñeca, que utiliza los mismos vestidos que, en 1991, utilizaba Colmenares en la historia. En 2010, le dieron el título de “La reina de las telenovelas de todos los tiempos”.
Una coproducción entre Venevisión y un canal peruano, en 2000, fue su última telenovela, Vidas prestadas, donde compartió el crédito protagónico con Luis José Santander.
Una vida, dos amores
La actriz no es una mujer de escándalos. Año y medio duró el matrimonio con Henry Zakka, el cual colapsó luego de la pérdida del bebé que esperaban. “Era una princesita de su casa que quería otras cosas. Era muy joven”, dijo Grecia tiempo después.
Por un tiempo, en la farándula venezolana se le adjudicó un romance con el periodista y modelo Santiago Pumarola, algo que nunca ella quiso confirmar.
A raíz de su internacionalización, en Italia consiguió el amor en brazos del empresario Marcelo Pelegri, quien es el padre de su único hijo, Gianfranco.
Pero esta relación tampoco funcionó en el tiempo. Estuvieron casados 17 años hasta que ella, en 1998, decidió volver a Argentina.
Luego de esta historia, no se ha vuelto a especular sobre quién pudiera estarle robando el corazón a Grecia, una mujer que a punto de cumplir los 58 años mantiene el encanto de hace casi 50 cuando comenzó su carrera artística.
Venezuela en su corazón
Su país tampoco le es ajeno. En 2016 fue la última vez que estuvo Grecia Colmenares en Venezuela. Fue para hacer una obra de teatro en su ciudad natal.
Al año siguiente, y en virtud de los tres meses de protestas que hubo en el país, fue entrevistada por La Once Diez/Radio de la Ciudad, una emisora argentina.
“Me duele que hablen mal de mi país. Hacen leña del árbol caído. Es un país hermoso, hay gente buena, hay empresarios que apuestan al país, hay gente que cree todavía en nuestro país. No puedo creer las cosas que dicen en el exterior, veo que dicen cosas horribles que no son verdades. Venezuela es un país hermoso que está viviendo un momento difícil, no hagamos leña del árbol caído. Me duele que hablen mal, si no les gusta esto, ayuden, pongan su granito de arena”, reflexionó.
Actualmente vive en Miami. Mantiene su esbelta figura a punta de baile, y su cabellera larga y unas veces más platinada que otras. Parece que el tiempo se detuvo en su cuerpo. Mucho que agradecer por eso.