Aunque la tecnología nos permita conversar y vernos muy de cerca y en el momento en que lo queramos, no es lo mismo
Ya son más de dos años que llevamos gran parte de los venezolanos experimentando esta situación. Estar lejos de nuestra familia en fechas memorables como la Navidad.
La diáspora venezolana, la cual actualmente sobrepasa los 7 millones de ciudadanos, toca de una u otra forma a todos los hogares de esta tierra. Por ello, siempre en las familias tendremos la historia de que “falta fulano, no está tal…” y aunque podemos entrar en contacto con ellos, gracias a la tecnología, en nuestros corazones el sentimiento no es el mismo.
Sin embargo, tanto los que está afuera, como los que permanecen en Venezuela, se las ingenian para superar las adversidades y salir adelante. Las lágrimas no dejan de salir y los sentimientos siempre afloran, pero el venezolano sabe como reponerse y salir adelante.
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Una muestra de esto es el trabajo especial realizado por nuestra compañera Bárbara Orozco, quien muestra cómo los venezolanos afuera se readaptan, llevan consigo siempre el gentilicio del venezolano y hasta pueden acoger nuevas y buenas costumbres en pro de su calidad de vida.
