El hombre era un banquero indio que sufrió una epifanía y ahora es un asceta que vive con el brazo en alto en gratitud a sus deidades
A lo largo y ancho del mundo hay muchas personas con unas creencias firmes que llegan incluso al fanatismo más extremo.
Un fanatismo que expresan hacia los demás o sobre sí mismos. Este es el caso de Amar Bharati, un empleado bancario indio que se convirtió en asceta después de una epifanía hace casi medio siglo.
Bharati se ha convertido en una persona muy conocida en su comunidad al llevar 50 años con el brazo en alto en señal de gratitud y fe a su deidad.
Después de tener una vida trabajando como banquero, Bharati estaba insatisfecho con su vida, por lo que decidió cambiar su rumbo y dar un giro completamente diferente, así fue como tomo la decisión de convertirse en Sadhu, que en la religión Hindú este es el título que “adquiere un monje que sigue el camino de la austeridad y penitencia para alcanzar la iluminación y felicidad”, publicó el Diario de Sevilla.
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En este nuevo camino, decidió adoptar una de las penitencias más inusuales que existen, que consiste en mantener su brazo derecho hacia lo alto y lo ha mantenido así por 50 años.
A pesar de todo, el dolor de mantener esta penitencia no le impidió convertirse en Sadhu, el hombre hindú ya había completado dos fases de las cuatro de vida según el hinduismo.
Amar tenía tres hijos, y después de reflexionar sobre su vida y tomar esta decisión de llevar a la práctica, comenzó su penitencia de mantener el brazo alzado en honor a Shiva por la paz mundial.