La Santa Sede tomó las precauciones para cuidar la salud del papa Francisco, entre ellas el aislamiento
El portavoz de la Santa Sede, Matteo Bruni, confirmó un caso de COVID-19 en la Casa de Santa Marta, residencia oficial del papa Francisco. Por ello, se tomaron todas las medidas para el resguardo de la salud del Santo Padre.
El Vaticano aclaró que el afectado no presenta síntomas y está aislado. El enfermo abandonó temporalmente la Casa Santa Marta. Esta es la residencia donde el pontífice prefirió vivir dentro de El Vaticano.
Junto con él aislaron a todas las personas con las que ha mantenido contacto directo, informó Efe.
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Bruni señaló que los tres residentes de El Vaticano que en los últimos días resultaron positivos al coronavirus se curaron.
Mientras, por otro lado, confirmaron otro caso de un residente de la Ciudad de El Vaticano. Además, hay once miembros de la Guardia Suiza enfermos.
El Vaticano obligó al uso de la mascarilla en todo su territorio. También al aire libre, y en todas sus sedes extraterritoriales, los territorios y edificios romanos sobre los que tiene jurisdicción.
Sin mascarilla
El pasado miércoles el papa Francisco tampoco usó la mascarilla durante la audiencia general con los fieles. Solo se le ha visto con ella en una ocasión, dentro de un vehículo que le trasladaba en el interior de los muros de la Santa Sede.
Sin embargo el miércoles por primera vez el pontífice renunció a saludar a los fieles al comienzo y al final de la audiencia. Ofreció disculpas por ello, por renunciar a la cercanía. Les instó a respetar los protocolos sanitarios contra el coronavirus.
