Con su voz intacta, y acompañado por 14 músicos, “El Puma” sedujo al público en su reencuentro en Caracas
A las 8:25 pm comenzó y a las 10 pm se despidió. José Luis Rodríguez, “El Puma” cantó, bromeó, echó cuentos y hasta se permitió dar sus pasitos de siempre en el espectáculo que marcó su reencuentro con el público venezolano.
Durante 95 minutos, el jueves 14, doce años después de su último concierto en la ciudad que lo vio nacer; Rodríguez complació a una sala llena, donde mucho cabello blanco era lo que abundaba. Un público formado en su mayoría por contemporáneas con él; acompañadas por sus hijas, y en algunos casos, nietas. Así, en familia se fueron a cantar icónicos temas.
El concierto inició con Agradecido, el tema que le sirvió a “El Puma” para volver a la música luego de un doble trasplante de pulmón. En escena solo estuvo él, acompañado por once músicos, tres coristas y una enorme pantalla. Antes de comenzar, el intérprete estuvo unos segundos contemplando a su audiencia y, tal como sucedió en su encuentro con los medios, soltó una lágrima. “Me hicieron mucha falta”, dijo.
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Amante eterna, amante mía, Voy a conquistarte, Silencio, Dueño de nada, Por si volvieras, Amalia Rosa y las infaltables Pavo Real y Agarrénse de las manos dieron el playlist en vivo de una época a más de dos mil personas.
Cumplió su palabra y contó su historia del tema Venezuela. Según “El Puma” fue él quien le contó a Herreros y Armenteros cómo era Venezuela. “Les dije que tenía nieve, selva, playa y las mujeres más bellas. Me escribieron la canción, la grabé y alguien la guardó. No volví a saber de ella hasta que la escuché en la voz de otros cantantes. ¿Y la mía? Quién sabe”, relató antes de cantarla.
Vestido de negro con chaqueta marrón, el cantante estuvo una buena parte de su espectáculo sentado. Su voz está igual que cuando se convirtió en el ídolo que es. Sin embargo, se apoyó en los coros de las gargantas presentes, sobre todo en las notas más altas. Además de dos pulmones nuevos, ya son casi 80.
También rindió homenaje a sus amigos fallecidos Salomón Cohén, Guillermo González; saludó a Osmel Sousa, Gilberto Correa y abrazó en el escenario a Helianta Cruz, quien se quitó los zapatos y subió a saludarlo.
Luego de la despedida con Agárrense de las manos, la gente le pidió otra por varios minutos. Pero el telón de la Ríos Reyna no volvió a abrirse.
