Los bailarines del Teresa Carreño continúan entrenando como pueden, mientras esperan que pase la pandemia
“Jamás imaginamos que íbamos a durar tanto. Enseguida comencé a entrenarme en la casa, pero no es igual.”. Así reseña el Chicago Tribune el ímpetu con el que Carolina Wolf, una de las integrantes del Ballet clásico del Teatro Teresa Carreño, decidió enfrentar la pandemia del coronavirus.
La bailarina relató que desde que comenzó la crisis del COVID-19 les pidieron que ya no fueran más al teatro. La medida de cuarentena radical se hizo estricta, por lo que ella tuvo que ingeniárselas para seguir en actividad.
“No es igual. Hago prácticamente la mitad de lo que se hace normalmente por las condiciones” expresó mientras detalló que con los muebles de su casa improvisó medianamente para seguir entrenando.
Wolf, dijo, no quiere que la pandemia dañe en pocos días todo el entrenamiento que a ella le ha llevado largo tiempo tener. No obstante, los giros, por ejemplo, no los puede hacer en su casa, porque el piso no es de madera, sino de cerámica.
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Integrantes del Ballet clásico buscan alternativas
La pandemia, sin embargo, le ha servido para explorar otras maneras de no perder el contacto con el ballet. “Encontré que muchos maestros en el mundo estaban dando clases. Aquí es muy costoso traer un maestro del exterior o tener acceso a esa información, al conocimiento de maestros muy buenos que están fuera del país”, comentó.
Así como Wolf se nutrió de lo que consiguió en las redes y en YouTube, también utiliza las plataformas online para impartir sus conocimientos.
Una de las interrogantes es si la pandemia permitirá el montaje de El Cascanueces, una de las tradiciones más importantes de las navidades caraqueñas.
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