Tal como sucedió con el concejal Fernando Albán y el capitán Rafael Acosta Arévalo, la muerte del general Raúl Isaías Baduel es todo un misterio. Lo única versión es la de la administración de Nicolás Maduro que murió por COVID-19. Su viuda exige una autopsia de ley pero con médicos que no sean del régimen
Se conoció que el cadáver del general Raúl Isaías Baduel lo trasladaron a la Morgue de Bello Monte en Caracas.
El reportero de Impacto Venezuela, Santiago Gutiérrez se encuentra en el lugar, donde aseguró está la viuda del general, sus hijas y otros familiares.
Según el fiscal de Nicolás Maduro, Tarek William Saab, el general falleció de muerte natural, específicamente por complicaciones de la COVID-19.
Sin embargo, por fallecer en una institución, en la sede del Sebin es obligatoria la autopsia legal.
La viuda de Baduel, Cruz María Zambrano, desmintió a Saab, asegurando que dos de las hijas del general lo visitaron el sábado 9 de octubre en el Sebin Helicoide y estaba “en perfecto estado de salud”.
“La verdad es que él no tenía COVID”, dijo Cruz María en entrevista telefónica.
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Zambrano aprovechó para exigir una autopsia “que no sean médicos de los de ellos (el gobierno). Para mi estas son circunstancias extrañas”.
La muerte del general Baduel entra en esa lista de presos políticos que han muerto en circunstancias no claras como es el caso del concejal Fernando Albán y el capitán Rafael Acosta Arévalo.
La administración de Nicolás Maduro siempre tendrá una respuesta a su favor, y no existirá investigación alguna para esclarecerla. La mejor excusa será que la COVID les permitirá cremar el cuerpo del general y no dejar evidencia alguna de lo que verdaderamente sucedió.
