Según expertos en crimen organizado, en Venezuela operan al menos unas 50 megabandas, además de grupos pequeños de delincuentes y los irregulares de origen colombiano. Eso, pese a que la administración de Maduro ha aumentado el número de funcionarios policiales
El crimen organizado en Venezuela ha ganado espacio no solo por las acciones delictivas. También porque cada vez más se presenta un mayor control territorial. Consecuencia, en muchos casos la población se ve sometida bajo las órdenes de estas bandas, tal como sucedía en la Cota 905, con el Koki.
En esa zona popular de Caracas, el famoso Carlos Luis Revete, dominaba e imponía su poderío. Señalado de robo, homicidio, narcotráfico y lavado de dinero, en 2021, tras varios días de operaciones policiales, el delincuente huyó. Hasta ahora se desconoce su paradero.
Las armas usadas por su organización eran de mayor calibre que las portadas por los cuerpos de seguridad oficiales. Esto provocó que grupos como el del Koki fueran denominados como megabandas, reseña el diario El Tiempo.
Se estima que son unas 50 las que operan en el país, sin incluir a los grupos irregulares colombianos que también tienen presencia en territorio venezolano.
“Para que un grupo delictivo se considere una megabanda debe estar integrado por más de 40 individuos. Debe poseer armas de guerra, controlar un territorio y tener una jerarquía”. Así lo explica Luis Izquiel, abogado penalista y profesor de criminología de la Universidad Central de Venezuela (UCV).
Izquiel puntualiza que si bien hay grupos pequeños operando, no todos tienen las características antes descritas y otras agrupaciones no son tan conocidas.
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Las principales megabandas que operan en Venezuela serían:
En Caracas: el Wilexis, el Mayeya; en Aragua: el Tren de Aragua, que se ha extendido hasta la frontera con Colombia e incluso a países como Perú.
En Monagas opera el Sindicato de Barrancas; en Lara el Santanita; en Yaracuy el Bachiller, en Zulia los Meleán, los Leal, Adriancito, Yeico Masacre, el Patrón y la Zona.
En Trujillo azota la banda del Patrón; en Miranda los 300, Eduardo Delicia, Carlos Capa y los Orejones. En Apure el Tren de Aragua, en Sucre el Tren de los Llanos, Toto y Sacarías.
En Bolívar el Toto y Sacarías y el Tren de Guayana, en Falcón el Cartel de Paraguaná, en Carabobo el Richardi y en Guárico el Tren del Llano.
La siguen Delta Amacuro, donde también azota el Sindicato de Barrancas, en Táchira operan la Línea, los Rastrojos y los Urabeños. Mientras que en Barinas azotan los miembros de las Fuerzas Bolivarianas de Liberación (FBL).
“En estados como Táchira, Barinas y Mérida existen otras expresiones delictivas conocidas como colectivos, además de los grupos irregulares colombianos”, explica Izquiel. Resalta que en los estados fronterizos e incluso orientales, como Monagas, se producen enfrentamientos entre el ELN y estas bandas, en especial por el control de los negocios ilícitos.
Más de 11.000 asesinatos en el 2021
Según el reporte de 2021 de criminalidad elaborado por el Observatorio Venezolano de Violencia (OVV), el año pasado cerró con 11.081 asesinatos en el país. Es decir, una tasa de 40,9 muertes por cada 100.000 habitantes. Caracas es la ciudad más violenta.
Ante esto, Izquiel advierte que “muchos venezolanos se acostumbraron a vivir bajo el gobierno de la delincuencia”. Por lo mismo, “se hace complejo cambiar las dinámicas internas”.
Otras fuerzas criminales
Además de estos grupos, en 19 estados del país, según un reporte de 2021 de la organización Fundaredes, operan las disidencias de las FARC, el EPL, ELN, FBL.
La presencia de los grupos colombianos en territorio venezolano marcó el 2021 por cuenta de los enfrentamientos en Apure, frontera con Arauca.
Los combates dejaron al menos 23 muertos y unas 7 bajas del Ejército venezolano. Este componente de la FAN está disminuido ante la actuación del Frente 10 de las disidencias de las FARC. Eso, sumado a que en este enero se contabilizan al menos siete muertos en Barrancas del Orinoco. También en medio de la disputa entre el ELN y el sindicato de Barrancas.
El sur de Venezuela es el más azotado. Bandas y guerrillas se disputan el control del territorio, las rutas del narcotráfico y la extracción del oro en el estado Bolívar.
El exdiputado Américo de Grazia, aseguró que son más bandas criminales las que operan en esa zona. Además, arremeten contra los pueblos indígenas.
Si bien los expertos coinciden en que el Estado tiene la capacidad para erradicar estas bandas, se necesita voluntad política.
Ejemplo claro de esto, para Izquiel, es cómo expulsaron a El Koki, lo que desembocó en el desmantelamiento de otras organizaciones. “Por sí solas las policías municipales no tienen la capacidad. Pero cuando se suman todos los organismos, sí. El Estado, aun con la precariedad, tendría la fuerza para desplazarlos y reducirlos”, aclara el experto.
Más policías, pero no menos delincuencia
Según el último reporte de la ONG Acceso a la Justicia, entre 2000 y 2018 Venezuela aumentó en número de funcionarios policiales. Pero esto no significó una disminución de la delincuencia. En 2006 se contabilizaban 114.463 funcionarios policiales y en 2017 se llegó a 175.000.
“Esto implica que se incrementó la tasa de encuadramiento policial 128 puntos más, para llegar a 557 policías por 100.000 habitantes. Son 207 puntos por encima del estándar internacional”, detalla el informe.
Lamentablemente, dice Izquiel, “la pobreza, la deserción escolar, las adicciones, crecen en barrios dominados por criminales. Los ingresos económicos que se perciben en los grupos delincuenciales, hacen que los jóvenes se arrastren a integrar las megabandas. Estas obtienen en muchos casos las armas de los mismos policías y cuerpos de seguridad prestos a la corrupción”.
El gobierno venezolano se ha limitado a hablar de la presencia de la guerrilla colombiana. También se refieren a otra denominación, a los grupos Terroristas Armados Narcotraficantes Colombianos (Tancol). Según Nicolás Maduro, estos han “venido infiltrándose en territorio venezolano”. Los mismos están compuestos por hasta 100 personas. “Los meten en la frontera para diezmar la seguridad interna, traficar cocaína y preparar ataques”, dice Maduro.
Sin embargo, Fundaredes insiste en la presencia de los grupos guerrilleros conocidos como La Nueva Marquetalia, de Iván Márquez. Además del frente 10, que se disputan el territorio al menos en el estado Apure. Justamente, por estas denuncias arrestaron al coordinador de Fundaredes, Javier Tarazona, hace más de seis meses.
Esta misma organización reportó el año pasado que el ELN y las FARC intervinieron en 214 escuelas en Táchira, Apure y Amazonas.
Estas organizaciones se encargan de censar a los niños, entregarles útiles, comida e impartir cursos de ideología. Lastimosamente, en muchos casos, los menores terminan reclutados por razones económicas o por obligación.
