Llanto, desesperación, gritos y angustia es lo que se vive en las afuera de la escuela Primaria Rodd de la localidad de Uvalde en Texas, donde los padres esperan información sobre sus pequeños porque ni las autoridades ni en los hospitales dan razón del paradero de varias de las víctimas
Las angustia y la desesperación de los padres de los niños desaparecidos tras el tiroteo perpetrado por un joven de 18 años en la escuela Primaria Rodd de la localidad de Uvalde en Texas, Estados Unidos, no tiene punto de comparación.
No hay ni consuelo ni solidaridad que pueda con el dolor y la preocupación que manifiestan estos representantes que esperan encontrar a sus pequeños vivos.
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Federico Torres es padre de Rogelio Torres, llegó a la escuela desesperado a buscar a su pequeño y se encontró con la tragedia.
Dicen que las autoridades de Texas le pidieron que fuera al hospital para verificar si el menor está allí.
Asegura que en el centro de salud no les dicen nada, regresó a la escuela y tampoco.
“No nos dicen nada, no hay ni una sola foto. Estamos esperando”, dijo.
Clama en medio de la tristeza: “¡Qué mi hijo se encuentre bien, por favor!”.
No dicen nada de los niños
Familiares se apostaron a las puertas de la escuela Primaria para obtener información sobre sus pequeños y las autoridades no les dicen nada.
Estaban madres y padres llorando de desesperación por no tener información y el paradero de los pequeños.
Son niños entre los 7 y 10 años las víctimas de este joven de 18 años, Salvador Ramos, que llegó a la institución con una pistola y un rifle y arremetió contra los pequeños y sus maestros.