A juicio del politólogo Ricardo Ríos, ese desgaste no solo afecta a Guaidó, sino a toda la oposición
La salida de Juan Guaidó del “interinato” fue una conjugación de varios factores, entre ellos el desgaste de su mensaje y su figura en el tiempo.
La afirmación la hizo el politólogo Ricardo Ríos, planificador y analista de entorno, quien agregó que ese “desgaste” no es solo de Guaidó, sino de toda la oposición, lo que se atribuye a la inercia en la que cayó, lo cual no le favorecerá en las próximas acciones a tomar.
“La estrategia Guaidó fue una ventana táctica que tuvo la oposición en un momento determinado, para generar un cambio político, pero que duró muy pocos meses”, expresó.
“Por distintas razones se agotó y hubo una inercia de varios años y no hubo una determinación política para hacer un giro necesario, incluso por el mismo bienestar de la oposición”, dijo en entrevista con Radio Fe y Alegría Noticias.
Asimismo, señaló que lo está ocurriendo ahora es por una situación “geopolítica internacional”, que a su juicio está “determinada por una negociación entre los gobiernos del presidente Nicolás Maduro y el de los Estados Unidos”.
El politólogo recordó que una de las exigencias de Maduro en la mesa de negociación en México era “poner fin” a la figura que presidía Juan Guaidó.
“Ahora es muy coincidente que la Asamblea Nacional electa en 2015 decidió a finales de diciembre ponerle fin a esta figura (gobierno interino). Esta decisión pone entre dicho la figura de la Asamblea Nacional, es decir: estamos frente a una autoextinción”, manifestó.
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División acentuada
Asimismo, el analista aseguró que la situación actual de la oposición acentúa la división entre sus integrantes.
“Primero porque las derrotas suelen generar mucha fragmentación y más en el escenario político nacional, donde no hay un factor determinante, como la sinceridad”, explicó.
En relación con el manejo de los activos en el extranjero, Ríos recomendó “poner el ojo en la Ley Bolívar”, aprobada por el senado de los Estados Unidos en diciembre de 2022.
“Aunque muchos la interpreten como nuevas sanciones, más bien creo que será una Ley que dará bastante libertad de acción al Ejecutivo norteamericano de apretar o reducir sanciones, de acuerdo a cómo se vaya dando la dinámica política en Venezuela”, aseveró.
