El último diferimiento de la audiencia se produjo en octubre, cuando 5 de los 13 acusados no se presentaron
Ya han transcurrido seis años de que una bomba lacrimógena le quitó la vida al joven estudiante Juan Pablo Pernalete, durante las protestas antigubernamentales del 2017 en Caracas.
El 26 de abril del año antes mencionado, Pernalete se encontraba en las protestas en contra de la administración de Nicolás Maduro en la urbanización Altamira, en el municipio Chacao de Caracas, cuando una bomba lacrimógena lanzada por la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) lo impactó en el pecho.
En su momento, el alcalde del municipio, Ramón Muchacho, anunció que Pernalete había ingresado al centro asistencial Salud Chacao y minutos después fue declarado muerto.
Posteriormente, la Fiscalía General de la República, para el momento bajo el mandato de Luisa Ortega Díaz, ordenó una averiguación y lograron determinar que había sido el impacto de la bomba que le causó la muerte al joven estudiante de la Universidad Metropolitana.
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Dicha aseveración provocó una respuesta negativa de parte de diversos personeros del gobierno, quienes tildaron a Ortega Díaz de traidora.
Sin embargo, las pruebas eran contundentes y la propia Comisión de Derechos Humanos de la Organización de Estados Americanos hizo una verificación, lo que obligó al Ministerio Público a fijar posición ante los tribunales. Por el hecho se señaló a trece personas.
La última audiencia de los 13 imputados fue suspendida en octubre del año pasado, cuando cinco de los señalados no se presentaron ante la audiencia.
La situación actual es que los familiares de Juan Pablo Pernalete, hoy a seis años de su asesinato, están a la espera de justicia.