A los expendedores de droga no les importa el peligro de la pandemia y, aunque hay más policías en las calles de Bogotá, desafían el riesgo porque el precio de la cocaína, el bazuco, la marihuana, la heroína y demás drogas subió
En plena epidemia por COVID-19, qué pasó con la epidemia de microtráfico. Cómo se la están ingeniando los vendedores para potenciar su negocio.
La cuarentena también ha diversificado la forma de negociar drogas. Las calles ya no son los sitios donde se consiguen las sustancias. El domicilio se ha popularizado.
El periodista clandestino, Esteban Vargas, de Testigo Directo, hizo un sondeo en los mercados de lo ilícito en Bogotá. En su reportaje detalla qué pasó con los dealers que estaban en la calle y cómo actúan en medio de la cuarentena.
No se pierda este vídeo que lo dejará “aterrado” con las nuevas modalidades de comercialización de la droga, porque este es un negocio, cuya distribución y consumo no para, y que en tiempo de pandemia se ha potencializado a pesar del incremento de sus precios.
