Venezuela llegó a producir, en 1997 3,2 millones de bpd, y los 20 años siguientes se mantuvo por encima de los 2 millones. Pero, ahora no pasa de 700.000
Hay un refrán popular que dice: “éramos muchos y parió la abuela”, en relación con esas situaciones de la vida en las cuales todos los problemas llegan juntos. El dicho se podría aplicar a lo que ocurre actualmente en Venezuela, en materia económica, con el alza sostenida del precio del dólar, el aumento de la inflación y ahora con la baja en la producción de petróleo.
Según cifras de la Opep registradas por la agencia Efe, la producción petrolera de Venezuela cayó 28 % desde diciembre pasado tras un fugaz incremento en los últimos meses de 2021.
Pero, ahora se aleja cada vez más de la meta fijada por Nicolás Maduro de bombear 2 millones de barriles por día (bpd) a finales de año, para lo que requiere una subida del 218%, respecto a los 629.000 bpd de julio.
La Organización de Países Exportadores de Petróleo habla de una “caída sostenida en los últimos meses” y esto se da precisamente en un contexto en el que el mundo pide un mayor suministro de crudo que contribuya a rebajar los precios, disparados por la guerra en Ucrania y las sanciones de Occidente a Rusia.
Pese a esta caída y a que solo faltan cuatro meses para que acabe este 2022, Maduro dice que “llueva, truene o relampaguee” cumplirá la meta.
Venezuela llegó a producir, en 1997 3,2 millones de bpd, y los 20 años siguientes se mantuvo por encima de los 2 millones.
Pero la industria petrolera venezolana, luego de haber sido una de las más fuertes del mundo, se vino abajo, sobre todo en el último lustro.
Esto, a causa de la falta de inversión, la reducción del recurso humano calificado, la gestión, la corrupción y, más recientemente, las sanciones impuestas por Estados Unidos, según especialistas.
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En caída libre
El mes pasado, el país produjo 629.000 bpd, casi 100.000 menos que en junio, según el informe de la OPEP, que refleja las cifras oficiales.
Este dato representa también una caída de 242.000 bpd respecto a diciembre, cuando cerró en 871.000 bpd.
Ante este escenario, para el expresidente de la Cámara Petrolera de Venezuela Reinaldo Quintero, no es posible llegar a la meta en lo que queda de año.
“Necesitamos mucho más tiempo. Es una meta posible (…) tú puedes ir incrementando 200 (mil), 400.000 barriles diarios, como ocurrió en el 2021, (pero) necesitas (…) lograr la flexibilización de sanciones que, a su vez, está sujeta por diálogos y negociaciones”, dijo el empresario.
Con un levantamiento de sanciones —calculó— Venezuela tardará “dos (o) tres años” en llegar a 2 millones de bpd, lo que depende, también, de la cantidad de recursos que se inyecten y de que se superen las “autosanciones”. Es decir, las decisiones internas que han afectado a la industria, entre ellas la falta de mantenimiento y el monopolio estatal del negocio.
Factores internos
Pero el problema de la producción va más allá de las sanciones petroleras. De hecho, si EE.UU. levantara estas medidas, el bombeo no aumentaría “rápidamente” debido a varios factores internos, como el deterioro de la infraestructura, reflejado recientemente en fallas ocurridas en los mejoradores de crudo, según explicó el especialista petrolero, Luis Oliveros.
En su opinión, Venezuela no tiene dinero suficiente para revertir ese deterioro, por lo que se necesitan inversiones difíciles de conseguir, ya que el país no es, en este momento, un “destino apetecible para la mayoría de las empresas petroleras en el mundo”.
Por lo tanto, agregó, llegar a 2 millones de bpd en 2022 es “imposible”, y menos sin una “entrada importante de inversión”.