La ONG Cedice-Libertad indicó que el mes pasado una familia llegó a gastar 498 dólares, en momentos en que todavía no entraba en vigencia el aumento salarial integral a 145 bolívares
La ONG Cedice-Libertad, publicó sus cálculos de los costos de los alimentos durante marzo pasado y determinó que una familia promedio, en Caracas, gastó casi los 500 dólares. Esta cifra contradice, por completo, la versión oficial acerca de que la inflación está bajando.
“Para el 15 de marzo, el consumo promedio de 61 bienes y servicios de una familia integrada por 3 personas alcanzó el valor de Bs. 2.180,35”, publicó la organización en su página web.
Agrega que “este nivel de consumo exige 218 salarios integrales de Bs.10, es decir, poco más de 7 salarios integrales por día, equivalentes a $ 498, al mes, a un tipo de cambio de 4,38 Bs/$”. No obstante, aclara que el aumento de salario de integral de 10 bolívares a 145 bolívares, no estaba en vigencia para esa quincena.
Ese mes, de los 6 rubros estudiados, tres no presentaron variación alguna (Restaurantes, Recreación y Ocio, Transporte).
En términos mensuales (15 febrero – 15 marzo), la variación de precios alcanzó 2,85%. “Esta es la variación más alta registrada en las últimas 5 quincenas. El rubro más volátil fue ‘Restaurantes’, con una variación mensual de 8,41%, y le siguen Alimentos y Recreación y Ocio con incrementos de 4,47% y 4,26%”, respectivamente.
En términos interanuales (del 15 marzo 2021 al 15 marzo 2022) la variación de precios acumulada es de 241,88%. El rubro de mayor impacto en ese lapso es el de “Servicios”, con 273,47% de variación.
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Los salarios
Por otra parte, el Cedice aclara que “no se espera que este incremento salarial tenga un impacto significativo en la estructura de costos de bienes y servicios. En gran medida porque el sector privado ofrece una remuneración base a sus trabajadores incluso mayor que el mínimo recién establecido”.
No obstante, añade que “esta remuneración se paga en algunos casos bajo la figura de otras compensaciones, por lo cual, ello exigirá un ajuste de los pasivos laborales que sí están calculados de acuerdo con el mínimo legal”.
Con relación al sector público, remarca que “el salario devengado por los empleados sí va en función del mínimo legal. Así, se espera un incremento del gasto corriente que debería ser financiado con los ingresos provenientes de impuestos y tributos”.
Por ello, establece: “considerando el déficit estructural que mantiene el fisco, este nuevo gasto será financiado o con más impuestos, o con emisiones monetarias sin respaldo productivo. Por tanto, su impacto si será inflacionario”.