domingo, abril 28, 2024

VIOLENTADAS y MALPAGADAS: la cruda realidad de las migrantes venezolanas en Colombia

Cifras recopiladas en un informe de la Cepal destacan cómo las migrantes venezolanas están en desventaja por su género

Según un informe de la Cepal, denominado “Migración y género: factores de vulnerabilidad de las mujeres migrantes venezolanas en Colombia“, la situación de las connacionales en el país vecino es alarmante, puesto que aumentan los casos en los cuales las venezolanas son víctimas de varios tipos de abusos.

Lo primero que destaca el informe que contiene datos hasta el 2022, puesto que aún está por publicarse el del año pasado, “la migración de personas venezolanas a Colombia es un tipo de migración forzada”.

“Como consecuencia, miles de personas venezolanas se ven obligadas a migrar para preservar su derecho a la vida, la integridad personal, la libertad, la salud, la alimentación y la satisfacción de las demás necesidades para el goce de una vida digna”, resalta.

“A las dificultades que experimentan quienes llegan a Colombia en condición de migrantes procedentes de la República Bolivariana de Venezuela se suman las vulnerabilidades derivadas de las desigualdades de género”, destaca el documento.

Igualmente, señala que “frente a esta situación, se reconocen dos condiciones que son particulares de la migración venezolana a Colombia: el papel de territorio de transición que en la actualidad tiene Colombia para que personas venezolanas lleguen a otros destinos, y las condiciones de vulnerabilidad de las personas migrantes, en su mayoría sin capital social ni económico para sostenerse en el nuevo país”.

Se suma “además, la desventaja propia de la condición de migrante, pues las mujeres en esta situación experimentan vulnerabilidades propias del género”.

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En riesgo por ser mujeres

El estudia cita investigaciones que “han demostrado cómo las mujeres se ven sometidas a riesgos particulares y diferentes a los de los hombres, y no solo en el trayecto o recorrido migratorio, sino también en el lugar de destino final”.

“Estas condiciones merecen especial atención, ya que no reconocerlas profundiza las brechas de acceso a los derechos de las mujeres y, por lo tanto, a la atención de sus necesidades”, enfatiza.

Asimismo, enfatiza en que “en América Latina, los estudios sobre la vulnerabilidad de las mujeres migrantes han estado centrados principalmente en las violencias sexuales que han afrontado las mujeres mexicanas que migran a los Estados Unidos por caminos irregulares, que son un “escenario perfecto” para este tipo de violencia”.

No obstante, “el surgimiento de nuevos fenómenos migratorios en la región supone el desarrollo de investigaciones que permitan entender sus dinámicas particulares en escenarios cambiantes. Tal es el caso de las mujeres venezolanas que migran a Colombia, donde, si bien no se desconoce la existencia de violencias físicas y sexuales, estas no son fáciles de rastrear mediante registros y estadísticas y se considera que son violencias multicausales”.

El estudio también recuerda que Colombia es el país con más migrantes venezolanos en toda la región, por lo que el número de mujeres también es alto.

PEP y migrantes

Se destaca que a lo largo de los últimos años, los gobiernos colombianos han desarrollado políticas de apoyo a la migración venezolana, como el Permiso Especial de Permanencia.

Y en el caso de las mujeres, el estudio reveló que para conseguir este permiso, también han tenido mas dificultades que los hombres.

“Ya en Colombia, las mujeres que consiguieron el PEP manifestaron que antes de obtener dicho permiso se dedicaban principalmente a los oficios propios del hogar (27,4%) y al trabajo fuera del hogar (43,1%). Se presume que buena
parte de las mujeres venezolanas radicadas en Colombia se dedican a trabajar aunque no cuenten con el permiso para hacerlo”.

“Es decir, se supone que realizan actividades laborales de manera irregular o informal, lo que las ubica en una situación de vulnerabilidad en el mercado laboral no solo por las desventajas relacionadas con el género y la condición migratoria, sino también por el riesgo al que se exponen de sufrir abusos de tipo laboral, sexual y psicológico, incumplimientos, malos tratos y otros tipos de abuso, especialmente por el hecho de ser personas contratadas por salarios más bajos que los de las personas nacionales que asumen la misma carga de trabajo”.

Salarios más bajos

En cuanto al pago por las actividades laborales, en el documento “se observa un comportamiento particular de los ingresos que perciben las mujeres venezolanas asalariadas: a menor salario, hay un mayor porcentaje de mujeres que de hombres y a mayor salario, hay un menor porcentaje de mujeres. Ello indica que a las mujeres venezolanas se les paga menos que a los hombres venezolanos, aun cuando estos perciben salarios más bajos que los hombres colombianos”.

Y esta discriminación ocurre a pesar de que estadísticas del Gobierno colombiano reportaron que en el “Perfil demográfico, laboral y educativo de la
migración venezolana, 2014-2021 … las mujeres migrantes tienen mayores porcentajes relativos de educación técnica, tecnológica y superior respecto a los hombres. Sin embargo, esto no implica mejores condiciones en términos de la participación laboral ni económica”.

Violencia de género

Otra conclusión del estudio es que aunque, “la violencia por razón de género representa una problemática que afecta a las mujeres colombianas y venezolanas. Sin embargo, esta investigación se centra en las violencias por
razón de género a las que se exponen las mujeres migrantes venezolanas en su diversidad. Se trata de un tipo de violencia que va en crecimiento constante”.

Sostiene que “ante el evidente aumento de los casos de violencia por razón de género, es importante abordar esta problemática en el caso de las mujeres migrantes venezolanas, una realidad que también afrontan las mujeres locales. Existen agravantes como las limitaciones en el acceso a los servicios de la ruta de atención integral para víctimas de violencias basadas en género debido a la condición de irregularidad, el desconocimiento de la ruta y del funcionamiento del Estado colombiano, y el hecho de que algunos agresores tienen nacionalidad extranjera y están en condición de irregularidad, lo que dificulta el acceso a la justicia por falta de documentación o por la ubicación, entre otras situaciones”.

Los estudios realizados han logrado determinar que “las mujeres migrantes son por un amplio margen las más afectadas por todos los tipos de violencia en comparación con los hombres, pues fueron víctimas del 88,6% de los casos de violencia psicológica, el 88,1% de la violencia sexual, el 84,6% de la violencia física y, por último, el 79,4% de los casos de negligencia y abandono”.

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