Cada mes hubo un promedio de entre diez y veinte casos y el más violento fue julio, cuando se documentaron un total de 22 muertes
“La violencia contra las mujeres sigue vulnerando la dignidad y cobrando vidas, esta situación se convierte en una violación del derecho que tienen todas las mujeres y niñas a vivir una vida libre de violencia. Las probabilidades de que ellas sean víctimas de violencia por parte de miembros de su familia son elevadas, los homicidios cometidos por parte de la pareja sentimental siguen siendo los más recurrentes”.
El anterior párrafo forma parte de las conclusiones del informe de la ONG Caleidoscopio Humano correspondiente al 2022, denominado “Violencia Machista: son vidas, no números”, donde se denuncia que el año pasado en Venezuela hubo 177 feminicidios y otros 45 contra mujeres venezolanas en el exterior.
De esos 177, 33 ocurrieron en el estado Miranda, convirtiéndolo en el estado con mayor número de femicidios.
Cada mes hubo un promedio de entre diez y veinte casos y el más violento fue julio, cuando se documentaron un total de 22 casos.
En cuanto a las víctimas, la edad promedio fue de 33 años, en su mayoría madres jóvenes con parejas iracundas o con problemas de bebida.
La causa de muerte más frecuente fue por arma de fuego, registrando un total de 57 casos.
El documento fue presentado el pasado 30 de mayo, en un foro que contó donde participaron activistas de Venezuela, Perú, Colombia y Argentina que se llevó a cabo recientemente en la biblioteca de la plaza de Los Palos Grandes, en Caracas.
“El femicidio es un problema global, al igual que todas las formas de violencia que se ejercen contra las mujeres, esto hace que las desigualdades se profundicen, dificultando así, la equidad de género y la seguridad para sus vidas”, señala el informe.
“La ausencia de avances para erradicar la violencia contra las mujeres, muestra lo poco que está realizando el Estado venezolano para velar por la integridad y seguridad de mujeres y niñas en el país”, agrega.
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Gabriela Buada, directora de Caleidoscopio Humano, resaltó que en Venezuela hay opacidad en la información, hegemonía comunicacional y ausencia total de cifras oficiales y campañas educativas que, dificultan visibilizar la violencia de género.
La vocera lamentó que “la sociedad venezolana normalizó las situaciones, noticias o chistes que profundizan la violencia de género”, allí radica “la importancia de hablar sobre el tema y que se exija la creación de políticas públicas efectivas capaces de reducir la violencia contra las mujeres”, manifestó.
Entre tanto, Nataly Carvajal, investigadora de Caleidoscopio Humano, lamentó que ante la falta de datos oficiales, las ONG se ven “en la obligación de recoger las cifras que el Estado no recopila, ni publica”.
