La Niña, al igual que El Niño, son fenómenos que implican fluctuaciones en la temperatura de la superficie del océano Pacífico. También implica cambios en las distintas capas de circulación atmosférica
La Organización Meteorológica Mundial (OMM) informó que hay 60 % de probabilidades de que se desarrolle un fenómeno de La Niña entre septiembre y noviembre.
“Hay una tendencia a que La Niña tenga un efecto de enfriamiento en el conjunto de las temperaturas globales. Pero estimamos que las temperaturas por encima de la media seguirán siendo predominantes, señala el organismo científico de la ONU en un comunicado.
Los científicos explican que incluso si La Niña se desarrolla, “sus señales de enfriamiento no serán suficientes para contrarrestar el cambio climático inducido por el ser humano”.
Según los datos recolectados de la OMM “el 2020 está en camino de ser uno de los años más calientes desde que se tienen registros. Habrá temperaturas extremadamente altas, incendios forestales y olas de calor marino.
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El efecto de la Niña será moderado
“Todo esto es el resultado de las emisiones de gases de efecto invernadero y no de factores naturales”, subrayó el secretario general de la OMM, Petteri Taalas.
‘La Niña’, al igual que ‘El Niño’, son fenómenos que implican fluctuaciones en la temperatura de la superficie del océano Pacífico. También implica cambios en las distintas capas de circulación atmosférica.
Ambos factores tienen un fuerte impacto en el tiempo y en los factores climáticos. Suelen estar relacionados con lluvias abundantes y sequías o inundaciones severas.
El Niño aumenta las temperaturas globales y La Niña hace lo contrario. Según las predicciones, hay «cero probabilidad para un fenómeno de El Niño».
La última vez que se registró un evento de La Niña fue en el periodo 2017-2018 y fue de débil a moderado.
