martes, abril 23, 2024
EspecialesOpiniónVenezuela: de satélite cubano a protectorado iraní
Andrés Villota Gómez
Andrés Villota Gómez
@AndresVillotaGo

Venezuela: de satélite cubano a protectorado iraní
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El hombre fuerte de Venezuela se llama Tareck El Aissami. Lo dice Estados Unidos y lo dicen los hechos. Su multi funcional nombramiento como ministro del Poder Popular para Industrias y Producción Nacional, ministro del Poder Popular de Petróleo y Vicepresidente para el Área Económica de Venezuela hace que concentre el poder económico, el poder del que depende que la caída de la dictadura sea cuestión de días o de muchos años.

El Cártel de los Soles ha tenido una fuerte caída en sus ingresos por la disminución en la producción de materia prima a causa de las disputas territoriales entre los diferentes cultivadores colombianos y por la destrucción de laboratorios utilizados para la producción de pasta de coca en los departamentos de Norte de Santander, Cauca y Caquetá. La vendetta entre clanes de mafiosos se ha incrementado con la aparición del Cártel Nueva Marquetalia que quiere recuperar sus antiguos dominios que habían sido entregados en comodato a los terroristas de las FARC que no se sometieron al Acuerdo de Paz pero que hoy desconocen la autoridad de los dos grandes capos de la mafia que huyeron a Venezuela para evitar ser extraditados a los Estados Unidos.

La dación en pago de activos a los acreedores de Venezuela no genera ingresos para el régimen, solo se trata de saldar deudas. La captura del colombiano Alex Saab fue una baja sensible para las finanzas venezolanas y para el dictador Nicolás Maduro que perdió a su alfil más valioso que se había granjeado la confianza de Maduro, según dicen, por también ser colombiano. La dependencia de los ingresos del régimen se concentra en su totalidad en lo que pueda obtener de la dictadura islámica de Irán.

“La dependencia de los ingresos del régimen se concentra en su totalidad en lo que pueda obtener de la dictadura islámica de Irán”

Cuba intentó convertirse en un protectorado de la Unión Soviética para poder gozar de todos los beneficios soviéticos con protección militar que resguardara los silos para misiles y unas cuotas de mantenimiento que le permitiera recibir múltiples contraprestaciones por haber entregado su territorio a la Unión Soviética. La oposición del presidente de los Estados Unidos, John F. Kennedy, fue determinante para que se desmantelara las instalaciones militares, se desmontara el arsenal nuclear y lo devolvieran a la Unión Soviética. Fidel Castro perdió la única oportunidad que tuvo en toda su dictadura para haber convertido a Cuba en un lugar estratégico, un protectorado soviético y un actor relevante en la Guerra Fría. Por el contrario terminó siendo la misma isla miserable que hoy, 58 años después, sigue siendo.

Venezuela no tiene la capacidad económica para poder comprarle misiles a Irán como tampoco la tuvo Cuba en 1962 para instalar misiles soviéticos en su territorio. Venezuela se aferra a la posibilidad de convertirse en un protectorado iraní. De hecho ya izó la bandera de Irán en las Torres del Silencio. Es su única opción para tratar de salir de la ruina y que Nicolás Maduro se pueda convertir en dictador de manera vitalicia bajo la protección de Teherán. Aunque viéndolo bien, lo más seguro, es que a Maduro lo reemplacen con Tareck El Aissami.

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