Mientras el régimen de Maduro celebra la llegada de los tanqueros iraníes a Venezuela los ciudadanos sufren las penurias de como un país petrolero se desfalcó por el mal empleo de políticas públicas
Los buques iraníes que llegaron hace unos días al país para “abastecer” de gasolina han sido celebrados por Nicolás Maduro y su cúpula como si se tratara de un gran logro; sin embargo, Venezuela está sumergida en ruinas imposible de recuperarse con solo cinco barcos.
Los venezolanos siguen en largas colas para tratar de abastecerse de gasolina, a pesar de que hay un nuevo esquema de distribución y un nuevo precio. Esta situación ha resultado lamentable para el país ya que cuenta con las reservas de petróleos más grandes del mundo y posee tres grandes refinerías en todo el país capaz de producir 1 millón 300 mil barriles de combustible diarios.
Esto se traduce a 206 mil 700 millones d élitros de gasolina que no solo cubriría la demanda nacional sino que alcanzaría para la importación a otros países, tal como se hacía anteriormente.
La diputada a la Asamblea Nacional, Deyalitza Aray destacó que la industria de hidrocarburos está deteriorada por la falta de inversión durante 20 años. “Venezuela debe importar gasolina y tiene un costo de 45 millones de dólares y eso pudo ser utilizado para combatir la crisis de agua potable que también es uno de los primordiales problemas que sufren los venezolanos a diario”, dijo.
Destacó que el millón 500 barriles de gasolina que llegaron al país solo son un espejismo, una falacia que no resolverá el problema de gasolina que hay en el país. “Hay una estimación de 60 mil barriles diarios pero solo van a distribuir 30 mil. Es evidente que no va a alcanzar para abastecer nuestros requerimientos internos”, señaló la parlamentaria.
Al segundo día del nuevo esquema las protestas por falta de combustible y las largas colas se mantienen en el país aun en las estaciones que solo cobran el litro de gasolina en dólares.
