El venezolano Edwel Chirinos, quien lleva 8 meses en estados Unidos es el esposo de Luz Asleidys Steile Arguelles y padre de la niña Luised Chirinos Steile, ahogadas en un río en la selva de Darién, contó que le pidieron 1.000 dólares para mostrarle un video de ambas
El esposo de Luz Asleidys Steile Arguelles y padre de la niña Luised Chirinos Steile, ahogadas en un caudaloso río de la selva de Daríen, frontera ente Colombia y Panamá, el venezolano Edwel Chirinos, habló.
Aseguró a la cadena Telemundo que en medio de la desesperación de saber de su esposa y su pequeña lo llamaron por teléfono y le cobraron 1.000 dólares para enviarle un video de ambas.
Chirinos que ya cumple 8 meses que emigró a Estados Unidos explicó que la última comunicación que tuvo con Luz Asleidys fue cinco días después que salieron de Venezuela y después recibió la llamada donde le aseguraban que estaban en mal estado de salud.
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“Me enviaron un video con mi hija en una moto. Ya de ahí no sé más nada de ella. Les escribí el lunes en la mañana y yo empiezo a sospechar. El lunes en la noche me escriben de un número, porque mi esposa está muy delicada de salud y me dicen que tengo que pagar $1,000 para mostrármela. Yo (pregunté) si está secuestrada, si está con vida, y pedí una foto y me dijeron: ‘Aquí las reglas no las pones tú, las pongo yo'”, contó Chirinos.
Dijo que guardaba la esperanza que ambas estuvieran con vida hasta que le informaron que su esposa y su hija se ahogaron en el río. “Me enviaron una foto de sus cuerpos”.
Precisó que el jamás las envió por el Darién porque sabe el riego que corrían por allí. “Es una selva inhóspita. Es algo que no se lo deseo a nadie. Yo jamás las mandaría por ahí. Por más fuerte que seas, ahí no vale fuerza. Es resistencia”.
Relató que cuando entras a la selva “te quieres devolver”, pero “vas en busca de un sueño y te truncas la vida. Muy pocos son los que salen”.
Chirinos explicó que en el camino “hay muchos cuerpos que vas caminando y los ves guindado en los árboles”, reseñó Telemundo.
De los cuerpos de su esposa y su hija, solo sabe que los lanzaron al río para que los recojan en la desembocadura. “Es una locura, una tortura no poder enterrar a tu hija”, expuso entre lágrimas.
Tras esta experiencia no cree en el sueño americano, dice que “es lo peor”
“Muchas personas piensan que el dinero lo hace todo. Buscamos una mejor calidad de vida sin saber el riesgo que corremos. Hay muchos padres que están poniendo en riesgo la vida de sus hijos”.
