Mujeres venezolanas y colombianas en Maicao, Colombia, no solo son agredidas físicamente, también carecen de salud y alimentos
Las medidas de aislamiento obligatorio afectan con mayor rigor a las mujeres y niñas, venezolanas y colombianas, que permanecen en la frontera.
Así lo dio a conocer un estudio de ONU mujeres, USAID, la Universidad del Norte y el Ministerio de Salud de Colombia, la Alcaldía de Maicao y Medicina legal.
“Es posible afirmar que las medidas de aislamiento obligatorio implican un mayor riesgo de violencia contra las mujeres y niñas teniendo en cuenta la permanencia con los agresores y condiciones de hacinamiento”, se asegura en el documento.
Documento que se titula: Situación de las violencias basadas en género VBG de la población colombiana y venezolana en el marco de la pandemia por COVID-19 en Maicao – La Guajira.
La investigación denuncia también que durante la pandemia se les dificulta el acceso a los servicios de salud.
Así como la dificultad para denunciar, atención y protección de derechos.
Asimismo, describe el impedimento de muchas de ellas a alimentos, lo que las hace más vulnerables frente a las diferentes formas de violencia.
Una situación que se agudiza aún más para la población proveniente de Venezuela.
El análisis describe que el acceso limitado al sistema de salud duplica los esfuerzos realizados por las mujeres a los hogares y sobrecarga su trabajo en casa.
Sin descontar la angustia emocional por el desempleo o la pérdida del trabajo.
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Mujeres y niñas venezolanas
Las afectaciones hacia la población femenina venezolana en la pandemia por COVID-19 en Colombia se agudiza por varios factores:
- Tienen un mayor riesgo de contagio por las condiciones precarias en las que se encuentran.
- Carecen de documentación necesaria que les permita estar de manera regular y acceder a servicios básicos sanitarios y de justicia.
- Suelen ser víctimas de la trata de personas y violencia sexual al verse obligadas a cruzar trochas para retornar a Venezuela.
- Padecen ante el cierre de alojamiento seguros que fueron cerrados por el aislamiento social.
- Carecen de redes de apoyo en la comunidad receptora, lo que dificulta su proceso de integración y de acceso a canales de información para denunciar abusos.
- Padecen el estigma y la xenofobia que limitan muchas veces el acceso a recursos y derechos.
- Son víctimas de violencia doméstica cuando, algunas de ellas, son lideresas sociales, y sus esposos se oponen a su activismo.
Lo que pasa en La Guajira
Entre marzo 25 y abril 11 de 2020, La Línea 155 (línea telefónica de orientación a las mujeres víctimas de violencia en Colombia) atendió un total de 7 llamadas correspondientes al departamento de la Guajira.
En contraste, durante el año 2019, la línea de atención no reportó ninguna llamada correspondiente a este departamento dentro de las mismas fechas señaladas.
En el departamento de La Guajira, el Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses reportó un total de 162 casos de VBG, durante el 25 de marzo al 2 de junio del año 2019.
Para el 2020 durante esas mismas fechas en el aislamiento social, se reportaron un total de 90 casos de VBG, en todos estos casos las víctimas fueron mujeres y niñas.
Las denuncias de venezolanas
Por su parte la Comisaria de Familia ha atendido 100 casos sobre VBG durante la cuarentena por parte de mujeres venezolanas y colombianas.
El 40% de los casos en población proveniente de Venezuela y el 90% de ellos reportados por mujeres.
Denuncian sobre: violencia física, abuso sexual, violaciones, explotación sexual y violencia psicológica.
ONU mujeres dice que bajo este contexto de confinamiento, se presenta baja capacidad de identificación por parte de la institucionalidad.
Esto frente a casos de mujeres colombianas y venezolanas que están siendo víctimas de violencia basada en género en el marco del aislamiento por COVID- 19.
Situación que obedece a la falta de recursos de las oficinas de género para poner en marcha sus estrategias de transferencia de información a la comunidad.
Lo que se detectó en Maicao
En este municipio colombiano permanecen venezolanas con múltiples condiciones de vulnerabilidad que les impiden denunciar que son violentadas, por ejemplo:
No todas cuentan con medios de comunicación (celulares, líneas telefónicas y paquete de minutos) para acceder a las líneas de atención y orientación.
Se identifican mujeres que expresan dificultad para acceder a la atención presencial o falta de minutos para realizar llamadas a la línea fija de la Comisaría de Familia.
Las campañas de prevención para denunciar, no son efectivas.
Las mujeres provenientes de Venezuela son más vulnerables a esta situación.
Principalmente por falta de ingresos que no les permiten recargar sus teléfonos o ir de manera presencial a la Comisaría de Familia.
¿Qué hacer?
Los organismos nacionales e internacionales que formaron parte de este estudio aconsejan:
- Buscar alternativas para que en etapas de confinamiento las mujeres tengan acceso efectivo a las líneas de atención, puedan denunciar y solicitar protección.
- Propiciar la articulación intersectorial para la atención integral de las VBG en el municipio de Maicao.
- Intensificar las campañas de comunicación de la ruta de atención de VBG a nivel municipal, departamental y nacional para la protección de sus derechos.
- Garantizar los elementos de protección personal para COVID-19 a las lideresas que realizan acompañamiento a mujeres víctimas de VBG.
- Crear un programa de sensibilización dirigido a los profesionales que atienden las VBG y se logre identificar los diferentes tipos de violencia.
