La Federación Internacional de la Cruz Roja exigió incluir a los migrantes en las campañas contra el COVID-19. ¡Su condición debe excluirlos!
Los migrantes ¡No deben ser los últimos en la cola de vacunación!
La Federación Internacional de la Cruz Roja (FICR) pidió a todas las naciones priorizarlos en sus planes de inmunización contra COVID-19.
Mientras las grandes potencias ya empezaron a vacunar contra el virus a sus ciudadanos, la pregunta de la FICR es qué pasará con los millones de migrantes en el mundo.
Por eso pidió que los migrantes sean incluidos en las campañas de vacunación contra el COVID-19.
Asimismo advirtió que no deben quedarse como los últimos de la cola en el acceso a las herramientas para combatir la pandemia.
“Es esencial abordar las barreras hacia la cobertura sanitaria internacional y que los migrantes sean incluidos completamente en las campañas de vacunación nacionales”, señaló el presidente de la FICR, Francesco Rocca.
Agregó que «la pandemia está teniendo un impacto catastrófico en las personas en movimiento, quienes con frecuencia quedan en el olvido al acceder a los servicios de salud».
Y el llamado lo hace la FICR ante el riesgo de que los migrantes de ser excluidos de estas campañas de vacunación.
La directiva del organismo humanitario internacional también recordó que la distribución desigual de las vacunas va a dejar atrás a los más marginados.
Y si esto llega a pasar, es un riesgo para la salud global si el virus no es controlado en las comunidades vulnerables.
Además, los refugiados son los que más han sufrido las consecuencias económicas de la pandemia, subrayó.
Refugiados en el mundo
La FICR explicó como los refugiados en el mundo han sido los más afectados con la pandemia.
En Turquía, por ejemplo, las deudas domésticas entre refugiados se han duplicado y más del 80 % de los encuestados en un estudio de la Cruz Roja dicen haber perdido su trabajo.
La situación de los refugiados en Honduras y Guatemala es crítica por el impacto de la pandemia, la temporada de huracanes, que, además, han incrementado la violencia.
En Grecia, después del incendio que destruyó el campo de refugiados de Moria en septiembre, las condiciones en las que viven ahora distan de cumplir los estándares internacionales.
Tampoco es mejor la situación de los campos de refugiados en Sudán.
Allí han recibido más de 50.000 etíopes desde que comenzó el conflicto en su país a principios de noviembre, recordó la federación con sede en Ginebra.
Situación que no dista de los casi 5 millones de migrantes venezolanos en el mundo.
Migrantes Venezolanos
La polémica se exacerba con la población migrante venezolana ante a crisis humanitaria que representan para la región.
Recientemente Colombia, donde se encuentran más de ´700.000 migrantes y el país con el mayor número de esta población, determinó que solo quienes estuviesen regularizados serían inmunizados.
Esto representa tan solo 800 mil ciudadanos venezolanos residentes en el país suramericano.
Las leyes colombianas son claras frente a quienes deben recibir la vacuna contra COVID-19 en su territorio.
Extranjeros que estén en las bases de datos del Ministerio de Salud y de acuerdo con la Ley Estatutaria de Salud, tienen la misma cobertura sanitaria que un ciudadano colombiano.
El presidente Juan Manuel Duque salió en defensa del sistema, pero, advirtió que si la comunidad mundial apoya, Colombia podría vacunarlos a todos.
La posición de ACNUR
Para la agencia internacional de refigiados, ACNUR, los servicios de salud deben incluir a todas las personas, incluyendo a las personas migrantes, refugiadas y desplazadas internas y apátrida.
“Si queremos construir sistemas sólidos que nos protejan a todos”, confirma Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, Filippo Grandi.
Insta a los líderes mundiales a que aprovechen esta oportunidad para asegurar que las personas refugiadas y migrantes se incluyan en los planes estatales de asignación y distribución de las vacunas y en los servicios sanitarios esenciales existentes.
“Es fundamental que las poblaciones vulnerables en movimiento, incluidas las personas refugiadas y migrantes, no se queden atrás en las respuestas de salud pública. La pandemia de COVID-19 muestra en términos inequívocos que la cobertura sanitaria universal nunca ha sido tan importante”, explicó el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, Filippo Grandi. “Globalmente, el desplazamiento forzoso se encuentra en niveles sin precedentes, por lo tanto, necesitamos una mayor inclusión y apoyo para las personas refugiadas en el mundo y las comunidades que las acogen”.
Según los últimos datos de ACNUR, el desplazamiento forzoso en el mundo superó la marca de los 80 millones de personas a mediados de 2020, más de 50 millones de las cuales son personas desplazadas dentro de las fronteras de sus países.
“el desplazamiento forzoso en el mundo superó la marca de los 80 millones de personas a mediados de 2020, más de 50 millones de las cuales son personas desplazadas dentro de las fronteras de sus países”
ACNUR
La posición de la OIM
Más de 3000 migrantes han muerto durante el 2020, según los datos de la Organización Internacional para las Migraciones. El número de fallecidos en todo el mundo es menor que en otros años, por las restricciones de movimiento de la pandemia.
Sin embargo, han muerto más venezolanos en Sudamérica y más personas que intentaban llegar a las islas Canarias en España, describe ese organismo.
La Organización Internacional para las Migraciones pide rutas seguras y legales para los migrantes y que se les dé cobertura de salud ante el COVID-19.
“Para ser honesto, lo que encuentro intolerable en esta crisis actual, es que, aunque se les deja atrás, los migrantes han estado en primera línea de la respuesta a la pandemia, asumiendo riesgos por el bienestar de todos”, asegura dijo el director Antonio Vitorino.
Vitorio también confirma que esto ha pasado en muchos sectores, no solo la salud, sino la alimentación, el comercio, la investigación, el cuidado, “lo que sea”.
La posición de OMS
Por su parte la Organización Mundial de la Salud ha dicho que firmó acuerdos con los productores de las vacunas para garantizar 2.000 millones de biológicos contra COVID-19.
Estos se distribuirán en los países participantes en la iniciativa internacional COVAX y no descartan que parte impirtante de esas vacunas sean para migrantes.
Pero, no ha especificado cuantas y en dónde.
Entre los acuerdos está uno con AstraZeneca Oxford para obtener 170 millones de dosis y otro con Johnson & Johnson para 500 millones de dosis.
El organismo ha oficializado que su objetivo es comenzar a distribuir en el primer trimestre de 2021, pero va a depender de tres cosas.
- 1. Disponibilidad de vacunas.
- 2. Aprobación de las autoridades regulatorias en cada país.
- 3. Disposición de los países.
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La posición de Unicef
Casi 50 millones de niños están “desarraigados” en todo el mundo, la cifra es de UNICEF, organismo que es uno de los mayores distribuidores de vacunas del mundo.
Unicef tiene una tarea “gigantesca e histórica”. Tiene el reto de transportar 850 toneladas de vacunas al mes en 2021, entre ellas las de COVID-19.
“Esto es más del doble de la cantidad que UNICEF transporta actualmente”, explicó Henrietta Fore, la directora ejecutiva de UNICEF.
Además, la agencia además instalará 70.000 refrigeradores para las vacunas en países pobres y de ingresos medianos para finales de 2021.
Lo cierto es que las naciones deben entender que la crisis migratoria, toca de alguna manera a todos los países del mundo.
Por eso los migrantes no deben ser lo últimos en los planes de vacunación. ¡No deben ser los últimos en la cola!
