Las mascotas de la fallecida monarca, Muick y Sandy, estuvieron en Windsor para el último adiós
Muick y Sandy, las mascotas de la reina Isabel II también despidieron a la monarca este lunes. Acompañados por miembros de la guardia del palacio de Windsor, los tiernos perritos esperaron sentados el paso de la procesión.
En lo que fue el histórico funeral de la reina, los animalitos no podían faltar. Además de ser sus consentidos, la acompañaron también en sus últimas horas en el palacio de Balmoral, donde la reina murió el jueves 8 de septiembre pasado.
Con la muerte de la reina, mucho se especuló sobre cuál sería el destino de los inseparables Muick y Sandy. Sin embargo, hoy deben estar también rumbo a su nueva casa, la del príncipe Andrés; quien se encargará de ellos en lo sucesivo.
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Según se ha informado, fue precisamente Andrés quién le regaló a su madre a Muick y Sandy. Y fueron ellos quien estuvieron durante toda la pandemia con la monarca. Muick fue el primero en llegar a la vida de Isabel II; mientras que Sandy fue un regalo que su hijo y sus nietas, Beatriz y Eugenia, le hicieron a la reina poco después de la muerte del príncipe Felipe; y con motivo de su 95 cumpleaños.
Desde 1944, los perros Corgis estuvieron al lado de la reina. Susan fue la primera que recibió de manos de sus padres. Y, desde ese momento, las más de 30 mascotas que tuvo se encargaba ella misma de alimentarlas, pasearlas y estar siempre a su lado.