Alexander Lukashenko asumió su sexto mandato en una ceremonia celebrada en secreto y que luego dio a conocer, lo que originó protestas en Minsk
La Unión Europea rechazó la juramentación secreta de Alexander Lukashenko como presidente de Bielorrusia. Luego de asumir su sexto mandato y en medio de serios cuestionamiento a la legitimidad de las elecciones, el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell anunció la decisión del bloque.
“La elección del 9 de agosto no era libre ni equitativa. La Unión Europea no reconoce los resultados falsificados. En consecuencia, la supuesta investidura del 23 de septiembre y el nuevo mandato que invoca Alexander Lukashenko no tienen ninguna legitimidad democrática. Contradicen directamente la voluntad de amplios sectores de la población bielorrusa”, afirmó Borrell en un comunicado.
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Lukashenko, juró el cargo inesperadamente en una ceremonia que solo se hizo pública después. El anuncio provocó inmediatamente una nueva manifestación de la oposición en Minsk, que fue reprimida por docenas de detenciones.
“Esta ‘investidura’ contradice directamente la voluntad de amplios sectores de la población bielorrusa, expresada en numerosas manifestaciones pacíficas y sin precedentes (…) y no hará sino agravar la crisis política” del país, agregó Borrell.
“En vista de la situación actual, la UE está revisando sus relaciones con Bielorrusia”, añadió sin más detalles.
La UE preparó sanciones contra unas 40 personas consideradas responsables de la represión. También considera la posibilidad de sancionar a Lukashenko, según informaron fuentes diplomáticas.
Pero se requiere la unanimidad de los Estados miembros, y Chipre condiciona su acuerdo a la adopción de medidas para obligar a Turquía a dejar de perforar en busca de gas en las aguas de su zona económica.