miércoles, abril 24, 2024

UN RELATO DE FRONTERA: “La tristeza y desesperanza de la diáspora venezolana la vi en los rostros ucranianos”

Felix Azuaje
Felix Azuaje
Periodista con más de 20 años de experiencia en medios impresos, radio y digitales

A pesar de las diferencias entre los motivos y la situación social, el drama de alguien que termina desplazado por condiciones políticas o sociales es el mismo en cualquier parte del mundo

Es evidente que una guerra es una situación de orden social por encima de cualquiera. Sin embargo, para los que sufren estos embates, como un conflicto bélico o el salir de su país por una necesidad económica o política, hay semejanzas.

Esas analogías quedan plasmadas en los rostros de quienes cruzan una frontera huyendo.

Einer Giulliani es un venezolano que estuvo en la frontera entre Polonia y Ucrania, con el fin de monitorear y ayudar a los inmigrantes ucranianos que huyen de la guerra. Dice que al momento de verlos cruzar percibió una similitud entre sus rostros y los de los venezolanos que también ayudó a cruzar en la frontera con Colombia.

Son diversas las organizaciones desplegadas para ayudar

Caras largas, tristes, pérdidas en espacio y tiempo y sin saber qué hacer, sin un techo y huyendo para subsistir, solo se distanciaban a la situación de la diáspora venezolana por unos miles de kilómetros.

Giulliani, quien ahora vive en España, pero mientras estuvo en su Venezuela natal se formó como policía y abogado, logrando ser director de policías municipales y hasta secretario de seguridad ciudadana en Caracas, viajó con unos venezolanos hasta la frontera entre Polonia y Ucrania, para además de conocer de primera mano la situación, hacer una evaluación para algunas ONG que trabajan con refugiados.

Einer Giulliani dice que algunos ucranianos no han perdido la esperanza

Su grupo llegó a la ciudad de Medyka, uno de los principales pasos fronterizos al sureste de Polonia, que a unos 80 kilómetros tiene a la ciudad ucraniana de Leópolis.

Explica que en Medyka las diversas ONG están muy bien organizadas y el personal que allí se encuentra está capacitado para atender a los refugiados ucranianos, que en su mayoría son mujeres, niños y personas de la tercera edad.

Los ucranianos de la tercera edad tienen que ser asistidos

“La impresión es muy fuerte, ver la cantidad de gente saliendo, en sillas de ruedas. Sobre todo mujeres y niños, porque los hombres no podían salir. Encargándose las mujeres de los niños y de las personas de la tercera edad”.

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“Nos llevamos la imagen o la impresión de ver cómo un país en guerra, injusta, innecesaria por parte del Gobierno ruso, oprime a un pequeño país y a sus ciudadanos que estaban tranquilos, quienes por temor a morir debido a los ataques militares, han tenido que salir”, dice Giulliani, quien advierte otra similitud con el caso venezolano. Para el momento de su estadía en Polonia, en el mes de abril, ya cerca de 6 millones de ucranianos habían salido de sus tierras. Cifra similar a la diáspora venezolana.

“Fue impresionante ver como la gente salía de Ucrania. Nosotros llegamos hasta la frontera. Llegamos al puesto de Migración y preguntamos si podíamos ingresar y nos dijeron que si, pero era tal la cola para volver a Polonia que no nos garantizaban de que cruzáramos de nuevo el mismo día, por la cantidad de personas que intentaban entrar a Medyka”, expresa Giulianni.

¿Qué percibieron en los ucranianos?

-Pues mucha desolación, mucho dolor y mucha tristeza, pero también mucho entusiasmo de las personas qué están ayudando. La desolación y la tristeza de las personas que tienen que salir huyendo de su país, por el temor de no querer estar en una guerra. Por querer cuidar su vida, por su familia. Dejando todo a atrás y saliendo con una maleta o dos. Con unos carritos de mercado, donde llevaban prácticamente lo que les quedaba de vida.

-Similar a lo que vemos en la frontera con Colombia. Ver a la gente saliendo buscando a tener calidad de vida, poder tener un trabajo estable, poder vivir y poder ayudar incluso a su familia desde afuera.

Giulianni quiso hacer la salvedad de que, en el caso de Ucrania, la salida de los desplazados fue intempestiva, rápida. Esto no les permite pensarlo mucho.

Una imagen que no deja de recordar que están en guerra. Baterías anti aéreas

En cambio, en el caso venezolano, hay medianamente una planificación, existe una situación sistemática que según el entrevistado, lleva a los venezolanos a tomar esa decisión de irse a otras latitudes.

“La salida ha sido más rápida y un poco menos planificada, ya que la gente debe correr porque simplemente ya están recibiendo el ataque de los rusos. En Venezuela ha sido un poco más sistemático. Han ido debilitando a las personas y con el tiempo muchos toman la decisión de salir del país, sabiendo que ese tipo de conductas comunistas o socialistas en Venezuela, no van a tener un futuro próspero”.

“Ver la cara de tristeza. Estar perdidos en el tiempo con las miradas largas en donde no pueden pensar. Salir a otros países donde no hablan el mismo idioma. Empezar de cero o menos de cero. Es un sentimiento increíble. Es una sensación indescriptible, tanto ver a las personas, como estar allí. No es igual lo que te cuenten a lo que tú ves”.

¿Qué dicen los ucranianos?

-Ellos están esperanzados en que la guerra cese. Quieren volver a su país para reconstruirlo. Casi todos salen con la esperanza de volver. Hay otros que sienten que han perdido todo, porque saben que sus hogares fueron quemados, saqueados y robados por las tropas rusas. Aunque salieron con vida, no saben si volverán.

¿Y los niños?

Como siempre, los más afectados en estos conflictos son los niños. No entienden qué realmente está sucediendo. Se mantienen apegados a sus madres y familiares. En los refugios o las zonas donde está apostada la ayuda humanitaria, algunos toman juguetes, peluches, pero sus miradas están pérdidas. Todavía con mucho temor.

Los puesto de ayuda humanitaria

La organización y revisión minuciosa ha sido primordial para que los migrantes puedan ser recibidos y trasladados a refugios.

Una vez que son chequeados, incluso hasta por la propia policía, comienza un proceso ordenado en autobuses para llevarlos a los campos de refugiados, donde según Giulliani, hay de todo. Atención médica, comida, ayuda psicológica y social, además de orientación.

Desde el mismo momento en que cruzan la frontera, los ucranianos son asistidos con productos de aseo personal, mantas (muy importantes para las noches por el frio), atención médica y alimentos.

De manera organizada, la empresa privada también hace aportes importantes. Compañias telefónicas están dispuestas para entregar a los ucranianos Sim Card con saldo y megas de navegación, para que puedan entrar en contacto con sus familiares.

las empresas telefónicas entregan a los refugiados Sim Card gratis

Aquí tal vez hay muchas diferencias con el ejemplo de lo ocurrido en Colombia y otros países, hacia la diáspora venezolana.

“Es difícil explicar lo que se siente al ver el dolor y el sentimiento de las personas. Revivir lo que a uno le pudo haber pasado, lo que le pudo haber pasado a muchos de sus amigos, que por culpa de factores externos y que no sea una decisión propia me tengo que ir y dejar todo atrás”, manifiesta Giulliani al comparar lo visto con los migrantes ucranianos con los venezolanos.

¿Qué está haciendo la Unión Europea?

Este venezolano cuenta que en diversos países hay participación de la Unión Europea, por lo menos hacia los refugiados.

Explica que en España se han agilizado los procesos para legalizar a los ucranianos. Para integrarlos a la sociedad y comiencen a reconstruir sus vidas.

“La Unión Europea le ha brindado al emigrante ucraniano oportunidades para poder establecerse. Por ejemplo, pueden abrir cuentas bancarias, tienen medidas de protección, entran al mercado laboral de manera inmediata, les brindan protección y ayuda. Pueden ser contratados de manera inmediata, sin esperar algunos procesos. Por lo menos en España ocurre así”.

ucranianos
Campo en Medyka

En la nación ibérica hay grupos de ayuda, conformados por personas de diversas naciones, pero sobre todo ucranianos. Los ayudan con el idioma y a conocer un poco la idiosincrasia del español.

“En el caso de España, los ucranianos están haciendo un gran esfuerzo para aprender el idioma e incorporarse al mercado de trabajo”.

¿Esta experiencia qué deja?

– A veces hace pensar que por el poder de uno o por falta de discernimiento o de capacidad de los que se dejan dirigir por los políticos, no se tomen decisiones que puedan paralizar este tipo de actuaciones (la guerra). Los militares que están al lado de Putin, al ver que no hay una razón lógica, deberían dejar de cumplir las órdenes y suspender esos ataques.

– Podrán decir lo que sea, pero no se concibe que un país que está, o que tiene su propia producción, su propio gobierno, por capricho de otro, tenga que ser invadido.

– Esta experiencia lo que me hace pensar es que necesitamos a personas con más capacidad de discernimiento al momento de tomar decisiones. Que sepan cuando no acatar una orden que vaya en detrimento de los seres humanos. No se puede cumplir una orden simplemente porque es una decisión política. De hecho, ellos serán responsables de todos los crímenes de Lesa Humanidad que están cometiendo.

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