El grave accidente náutico aconteció a una embarcación que pretendía llegar a la frontera de Colombia con Panamá
Ayer domingo 19 de diciembre, tres migrantes, al parecer provenientes de India, perdieron la vida y dos más desaparecieron tras el hundimiento de una embarcación en el océano Pacífico, sobre el municipio de Juradó, en el Chocó, y el cual iba rumbo a la frontera con Panamá.
Así lo informó en las últimas horas la Defensoría del Pueblo en el Chocó, que señaló que entre las víctimas fatales se encuentra un menor de edad: “Lamentamos informar que tres personas migrantes al parecer provenientes de India murieron, entre ellas una mujer y un menor de edad, luego que la embarcación en la que se transportaban hacia la frontera con Panamá naufragara. Otras dos personas siguen desaparecidas”.
En la barca viajaban un total de 16 personas, y gracias a la oportuna reacción de los habitantes del corregimiento de Punta Piña, el sector donde se produjo el incidente, lograron ser rescatados once extranjeros en alta mar.
Además, la Defensa Civil está trasladando al corregimiento de Cupica, municipio de Bahía Solano, a un hombre que sufrió múltiples quemaduras en el cuerpo por el combustible derramado en el hundimiento.
Desde la Defensa Civil y la Defensoría del Pueblo, se ha solicitado el apoyo de la Infantería de Marina para llevar a cabo la recuperación de los cadáveres, así como dar con el paradero de los desaparecidos.
Así mismo, el defensor del pueblo, Carlos Camargo Assís, puntualizó sobre la importancia de regular el flujo de migrantes, que arriesgan sus vidas con botes clandestinos.
“Reiteramos el llamado a las autoridades para aumentar los operativos con el fin de controlar las embarcaciones que, en muchos casos, movilizan a los migrantes de manera ilegal, poniendo siempre en riesgo su vida e integridad”, concluyó a través de las redes sociales.
Gestiones gubernamentales
La vicepresidenta y canciller, Marta Lucía Ramírez, acordó en agosto con Érika Mouynes, ministra de Relaciones Exteriores de Panamá, controlar el flujo migratorio en la zona fronteriza entre ambos países dado su reciente aumento con destino a Norteamérica, lo que ha derivado en una crisis, especialmente en el corredor selvático conocido como Tapón del Darién.
En los últimos tiempos, miles de migrantes, incluidos menores de edad y mujeres embarazadas, han intentado llegar a la frontera panameña para atravesar el Darién, el área selvática que se encuentra en los límites entre ambas naciones y que enmarca la división entre Suramérica y Centroamérica. Con 266 kilómetros de extensión, este corredor se ha convertido en paso obligado para la inmigración irregular que desde Sudamérica trata de llegar hasta México, Estados Unidos y Canadá.
Necoclí, espejo de una cruel realidad
Una crisis social se vivió hace apenas algunas semanas en el municipio de Necoclí, Antioquia, donde, tan solo en septiembre, se reportó un represamiento de al menos 20 mil ciudadanos de Haití, Cuba, y África, entre otros, y que esperaban pasar de Panamá hacia EE.UU.
A mediados del mes pasado las autoridades colombianas informaron que la emergencia ya se había superado, pues apenas quedaban cerca de 70 migrantes esperando para seguir su camino. Gracias a la descongestión en las playas de esta población, que se habían convertido en el hogar de miles de migrantes por varias semanas, iniciaron diferentes estrategias para hacer una limpieza de esas zonas.
En su momento, el presidente colombiano Iván Duque, reconoció los trabajos articulados con el gobierno panameño, en los que también se pactaron viajes mediante dos empresas de transporte marítimo, facilitaron el paso de entre 400 y 500 personas diarias al vecino país. De esta forma, se evitó que miles de ciudadanos extranjeros arriesgaran sus vidas en su intento por buscar un mejor futuro.
