Michelle Bachelet dijo que “esto representa una de las mayores pérdidas de vidas que involucran a refugiados y migrantes venezolanos que intentan cruzar el mar hacia Trinidad y Tobago”
La alta comisionada para los DD.HH. de la ONU, Michelle Bachelet, lamentó la muerte de más de 20 migrantes ocurrida en Güiria. La funcionaria pidió a las autoridades de Venezuela y de Trinidad y Tobago, respetar y garantizar la vida de los migrantes.
“Instamos a las autoridades venezolanas y de Trinidad y Tobago a coordinar y cooperar para proteger la vida y la seguridad de los refugiados”. Esto, “mediante operaciones de búsqueda y rescate efectivas en el mar”. Además pide investigar de “manera rápida, efectiva, exhaustiva y transparente este trágico incidente”.
Bachelet, a través de un comunicado, dijo: “Nos entristece enormemente la noticia”. Destacó el escrito que “las operaciones de búsqueda y rescate” continúan, “en medio del temor de que aún puedan faltar otras personas”.
Para la oficina “esto representa una de las mayores pérdidas de vidas que involucran a refugiados y migrantes venezolanos que intentan cruzar el mar hacia Trinidad y Tobago”.
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Detener las mafias de trata de personas
“Nos hacemos eco de los llamamientos del ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados y la Organización Internacional para las Migraciones para que se realicen esfuerzos urgentes para detener a los contrabandistas y traficantes de personas que envían refugiados y migrantes en peligrosos viajes por mar”, resalta el documento.
También, añade, “es sumamente importante que los dos gobiernos se coordinen y cooperen con respecto a rutas migratorias seguras”.
Bachelet recordó cómo “el mes pasado expresamos nuestra preocupación por la deportación de 25 venezolanos, entre ellos 16 niños, de Trinidad y Tobago”.
Una vez más, pide “a los gobiernos que detengan las devoluciones en el mar en violación del principio de no devolución y la prohibición de las expulsiones colectivas”.
Igualmente, exige que “se suspendan todos los retornos forzosos en medio de la pandemia de COVID-19 para salvaguardar la salud de los migrantes y las comunidades”.
La oficina de la ONU “alienta a los gobiernos a que, en cambio, proporcionen vías seguras y legales para que los migrantes regularicen su estatus”: también pide que “eviten el riesgo de deportación. Las vías de admisión y estadía deben ser coherentes con el derecho internacional de los derechos humanos y las consideraciones humanitarias”. Las mismas “deben incluir el acceso al debido proceso y las garantías procesales”.