viernes, abril 26, 2024

TRADICIONES DE NAVIDAD Y AÑO NUEVO: ¿supersticiones, verdad o fe?

Franklin Delgado
Franklin Delgado
Periodista digital

Ya sean mitos o porque en realidad surten efecto, están arraigados en nuestra cultura y lo hacemos uno y otro año, alguno quizás traerá lo que tanto ansía

Entre las celebraciones más esperadas por siempre de los venezolanos están la Navidad y Año Nuevo. Una temporada donde hay que ponerse bonitos y compartir en familia y con amigos, así durante todo el año nos sea indiferente.

Una particularidad de estas fiestas es el cumplimiento fiel de tradiciones o hasta supersticiones, que son muchas y cada quien las quiere aprovechar a su manera y deposita fe para ver si al menos empieza una buena racha.

Tantas son estas creencias que aquí le enumeramos una muestra de todas ellas y hacen ver con esperanza la época navideña.

Espíritu de la Navidad

Una de las tradiciones más conocidas por los venezolanos es el de celebrar el Espíritu de la Navidad, cuya llegada sucede cada 21 de diciembre, fecha que coincide con el solsticio de invierno en el hemisferio norte y el solsticio de verano en el sur.

Con esta festividad se promueve la espiritualidad y cree que trae consigo paz, amor, prosperidad y armonía.

Esta celebración tuvo origen en tierras nórdicas, en la península escandinava, donde se brinda la oportunidad de agradecer por los logros obtenidos en el año. Según la leyenda, el ángel Uriel indica que el Espíritu de la Navidad llegó desde una galaxia lejana y se instaló en la región norte.

¿Qué hacen para esperarlo? Organizar una cena familiar y con amigos; abrir las ventanas para que entre el Espíritu; colocar sal marina en cada esquina de la casa para eliminar las “malas energías”; pedir 21 deseos para el año próximo; comer mandarinas, en búsqueda de la abundancia y felicidad; y prender velas de colores después de la cena.

Estrenar ropas

Una costumbre muy arraigada en Venezuela es estrenar ropas para los días 24 y 31 de diciembre. Se cree que atuendos nuevos traerá prosperidad, así como ropa rota o roída llama a pobreza y miseria.  

Por eso el venezolano hace hasta lo indecible con tal de reunir dinero para comprar los estrenos, así el estómago cruja del hambre.

Sin embargo, quienes hacen todo lo que no hicieron durante todo el año son los comerciantes, que se aprovechan de las compras desesperadas y compulsivas que les dejó el Espíritu de la Navidad.

Prenda íntima amarilla

Una costumbre muy curiosas y extendida es la de vestir ropa interior amarilla durante la última noche del año.

Este hábito tiene sus raíces en América Latina, donde el popular rito dice que atrae buena suerte y prosperidad para el año próximo. La mayoría coincide en que el color amarillo ˗el del oro˗ simboliza abundancia, riqueza y felicidad.

Además, la elección del color amarillo está respaldada por la psicología del color. La teoría sostiene que el amarillo se asocia con la luz del sol y se considera un color que representa la positividad, la energía y la claridad mental.

Pero esta costumbre ya traspasa las fronteras latinoamericanas y se ha hecho popular en otros lares y ha llevado a hacer creer que vestir con ropa interior amarilla no solo atraerá la prosperidad, sino también el amor y la buena fortuna en lo sentimental.

Comer, manosear y lanzar lentejas

Esta es una costumbre oriunda de Italia, que se emplea para despedir el año. Por eso en la mesa navideña no puede faltar el plato de lentejas.

Aunque se difiere en qué momento comerlas, lo importante es hacerlo.  Algunas familias lo incluyen en la cena, otros prefieren saborearlas luego de la medianoche, y hay incluso personas que la comen justo a las 12:00.

La usanza del grano es versátil, porque otros en vez de comerlo lo arrojan o la conservan en su mano.

Unos agarran un puñado de lentejas crudas, la tienen en la mano, para recibir el año nuevo llamando a la prosperidad. También otros las colocan en un platico y a las 12 las manosea y piden sus deseos. ¡Prosperidad, ven a mí!

Mientras otros toman un puñado de lentejas o arroz y lo lanza y que para atraer abundancia y la prosperidad.

Así que la lenteja parece que da para todo, además de alimentarse.

Las dichosas 12 uvas

No pueden faltar las famosas uvas al son de las campanadas de Año Nuevo, mientras se escucha la popular poesía de Andrés Eloy Blanco “Las uvas del tiempo”.

El factor clave de esta clásica tradición está en comer 12 uvas, una para cada mes del año que se adviene. Una a una en la medida que suena cada campanada, se piden, por supuesto, 12 deseos para el año entrante.

Velas de colores

Muchas familias se van por el rito de encender velar, para mover las energías y las buenas vibras.

Sin embargo, el color se elegirá de acuerdo al propósito que se plantee, ya que cada uno de ellos tiene un significado diferente.

Por ejemplo, las verdes para la salud, las amarillas para la abundancia, las azules para la paz y las rojas para el amor.

Limpiar de adentro hacia afuera

Sea con el desinfectante o las fragancias que lo haga, dicen que lo importante definitivamente es cómo lo hagas, y debe hacerse de adentro hacia afuera.

Suele limpiarse la casa antes de terminar el año, para que el domicilio reciba también el nuevo año en todo su esplendor y con buenas vibras. Lejos de irnos a la complejidad del Feng  Shui, lo vital es limpiar la casa de adentro hacia afuera, ya sea barriendo o lavándola. Este desecho debe lanzarse hacia afuera, para alejar los malos augurios y malas energías.

Lea también: LA NAVIDAD, datos curiosos y el origen de varias costumbres de esta hermosa fiesta

Lanzar copas de cristal

Otra creencia bastante arraigada, pero costosa, es lanzar copas de cristal para espantar las malas vibras.

Se considera que romper las copas dejará el pasado atrás y abrirá paso al futuro prometedor del Año Nuevo.

En este caso, habrá que tener mucha fe, pues sino el remedio puede ser peor que la enfermedad. El bolsillo prima sobre la superstición, la mayoría de las veces, y más en época de crisis económica.

Dinero en mano

Aunque puede sonar muy materialista, de hecho diciembre lo es y sus seguidores son muy consumistas, “el cochino dinero” es muy importante, y algunos lo privilegian.

Una de las supersticiones navideñas por costumbre es llevar dinero, en especial dólares o euros, en las manos o en los bolsillos.

Esto justo a medianoche, con la creencia que mejorará la economía. Hay un dicho popular por estos lares que reza: “billete llama billete”.

Suena mal decirlo, pero algunos sienten que “sin dinero no valen nada”, y viven afectados en su autoestima por siempre, desestimando otros valores que, al fin y al cabo, a la larga, aprenderán a preciar mucho más.

Las maletas de Año Nuevo

Correr o andar con maletas se ha convertido en una de las costumbres más populares, con la falsa creencia de que eso llevará a viajes y a conocer el mundo.

Parece que esto una “mal hada” lo tomó muy al pie de la letra y ahora son casi 8 millones de venezolanos los que andan deambulando por el mundo, pero no precisamente siendo turistas sino como migrantes malqueridos, objetos de vejámenes y violaciones de los derechos más fundamentales. Así que si lo va a hacer, tómelo muy en cuenta y compleméntelo con alguna otra plegaria.

En fin, esta superstición supone que salir con tus maletas a la calle es una señal que le envías al universo para que puedas viajar más. Pero hay que ser consciente esto lo debes ayudar con algún otro movimiento de energías, esfuerzo y trabajo.

Sal a la calle, corre con tus maletas, ¡pero mosca!, ya te lo advertí.

Besos bajo el muérdago

Primero, ¿qué es el muérdago? Esa plantica que acostumbran a colocar como adorno en Navidad, ya sea en un portal o afín.

Esta tradición en diciembre se remonta a cuando los celtas, en la antigua Europa, consideraban el muérdago como una planta sagrada con propiedades místicas. Se decía que poseía poderes curativos y hasta protegía contra malos espíritus. Así, con el tiempo, esta creencia se fusionó con la temporada navideña, adoptando un significado más romántico.

¿Pero qué hay detrás de todo esto? La creencia apunta a que si te encuentras bajo el muérdago con alguien durante la Navidad, estás obligado a darle un beso, sea o no tu pareja, tu amigo o compañero de trabajo. El muérdago funciona como el Cupido de la Navidad, uniendo a las personas con un beso bajo su hechizo.

La fe mueve montañas

Total, sean mitos, supersticiones, simples costumbre o cumplan efectivamente con el propósito, lo importante es tener fe en lo que se hace y quizás se cumplan los deseos: casarte, viajar, andar pletórico de saludo o nadar en dinero. A veces todo es mental para ser feliz, pero por eso no le vamos a limitar a las personas a dejar de creer, amar o lo que se le parezca.

¡Sé feliz, y haz bien y no mires a quien! Recuerda que la fe mueve montañas, pero si juegas lotería, al menos juégate un quintico, Dios proveerá, pero no te puede ayudar si no haces el esfuerzo e inviertes algo.

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