De los 11 supuesto disidentes de las Farc abatidos el pasado 28 de marzo en una operación militar que realizó el gobierno para atrapar a alias “Bruno” sin éxito, hay 7 civiles muertos, entre ellos el presidente de la junta de acción comunal de la vereda, su esposa, un gobernador del pueblo indígena y un adolescente de 16 años. Iván Duque no dice nada, y mientras las organizaciones de DDHH exigen la renuncia de Diego Molano
La operación militar que realizó el gobierno de Iván Duque el pasado 28 de marzo en Putumayo, Colombia, donde abatieron a 11 presuntos disidentes de las Farc, ha causado conmoción en el país.
Resulta que en esa operación de las 11 personas fallecidas, según las organizaciones defensoras de derechos humanos y familiares de algunos habitantes de la zona, hay 7 civiles.
Entre ellos el presidente de la junta de acción comunal de la vereda, su esposa, un gobernador del pueblo indígena y un adolescente de 16 años.
Ya el ambiente político en Colombia está caldeado por la proximidad de las elecciones presidenciales, el problema de la inseguridad y las incursiones guerrilleras.
Ahora, se agregan operativos militares para atrapar a cabecillas de grupos irregulares, donde caen guerrillero y civiles a manos de los cuerpos de seguridad del Estado.
Las palabas caldean y renuncia de Molano en el tapete
Lo que enardeció más el ambiente fueron las palabras del jefe del Ejército de Colombia, el general Eduardo Zapateiro, sobre el operativo que terminó en masacre en Putumayo.
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“No es la primera operación donde caen mujeres embarazadas y menores de edad combatientes”, dijo.
Estas palabras caldearon la situación, tanto que distintos sectores políticos exigen la renuncia del ministro de Defensa, Diego Molano, que tendrá que comparecer ante el Congreso de la República para dar explicaciones por el operativo.
Los congresistas solicitaron un debate de moción de censura sobre Molano ante las numerosas dudas que ha generado el operativo que Duque presentó ante la opinión pública como un éxito contra las disidencias de las FARC.
Videos y fotos prueban la masacre
El diario El País tuvo acceso a unas fotos que evidencian la manipulación de los cadáveres por parte del Ejército, donde se han podido confirmar que al menos cuatro de los muertos eran civiles.
También se conoció que el operativo se llevó a cabo durante una celebración comunitaria y hay denuncias de robo de dinero a la población por parte de los militares.
El debate en el Congreso de Colombia se realizará en dos semanas y promete porque será a pocos días de la primera vuelta electoral.
Duque habla de paz en Naciones Unidas
Este nuevo terremoto político le llega a Iván Duque mientras se encuentra en Nueva York para hablar en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas sobre sus acciones para implementar el acuerdo de paz con la guerrilla firmada en 2016.
Su política sobre el acuerdo de paz ha sido objeto de críticas por el incesante asesinato de excombatientes y el deterioro de la seguridad en el país.
Pese al escándalo de Putumayo, que ya lleva dos semanas, el presidente volvió a hacer una defensa férrea del operativo.
“Es importante tener claro que esa operación tenía planificación, tenía información de inteligencia, tenía información precisa sobre la presencia de cabecillas, miembros de células terroristas y narcotraficantes en ese lugar del territorio. Entonces se procedió con una información clara. Hubo un intercambio de disparos, hay miembros heridos de la fuerza pública y se ha obrado con todos los protocolos”, aseguró Duque.
No capturaron a alias “Bruno”
Según el gobierno nacional, el operativo buscaba capturar a Carlos Emilio Loaiza, alias “Bruno”, de los Comandos de la Frontera, un grupo de las disidencias de las FARC, pero no se cumplió el objetivo.
La incursión militar se produjo la mañana del 28 de marzo en la vereda El Alto Remanso, del municipio de Puerto Leguízamo.
Entre los caídos de esa incursión está el gobernador indígena del pueblo Kichwa, Pablo Panduro; Divier Hernández y Ana María Sarrias, con dos meses de embarazo, presidente de la Junta de Acción Comunal y su esposa; y Brayan Santiago Pama, un menor de 16 años.
Sobre ellos Iván Duque y su equipo de Seguridad del estado, comandado por Molano no dicen nada.
El único que habla es el comandante del Ejército que cada palabra hunde más al gobierno colombiano.
“Esta fue una operación de marcada en los derechos humanos, en el Derecho Internacional Humanitario (DIH) y una operación planeada y estaba acompañada por una inteligencia dominante”, agregó el comandante del Ejército.
