Comunidades indígenas del Cauca se habían asentado de manera irregular en la hacienda El Japio, donde retuvieron a trabajadores y sus familias
Un grupo de indígenas causó graves daños ambientales tras un desalojo que se llevó a cabo en la hacienda El Japio, en Santander de Quilichao, Cauca.
Como retaliación a esa acción, las personas prendieron fuego a la vegetación y afectaron viviendas de trabajadores.
Hectáreas de árboles talados, quema indiscriminada y afectaciones al ecosistema es el panorama de esa reserva natural caucana.
María Luisa Camayo, ambientalista, hizo referencia al daño que causaron las llamas y tildó el hecho como “terrorismo ecológico”.
“En cuanto a bosque seco tropical, Japio cuenta con más de 460 hectáreas. Las afectadas hasta el momento han sido más de 120 hectáreas. Cuando hablo de terrorismo ecológico, me refiero a que no podemos seguir sometiendo a los ecosistemas a un daño sistemático. Ese daño lleva a que las interacciones de los ecosistemas se pierdan. Obviamente, nosotros perdemos biodiversidad y eso es un delito”, aseguró la ambientalista en declaraciones a Francesco Zucconi que dio a conocer esta información en Caracol.
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En medio del operativo de desalojo, los indígenas prendieron fuego en más de 10 puntos de la reserva natural. Ante la magnitud de la emergencia, soldados y policías trataron de apagar algunos puntos críticos.
Las comunidades que ocupaban la hacienda trabajaban la madera para comercializar y realizar las construcciones de las viviendas en medio del bosque.