Exige que se permita la participación de todos los candidatos y electores, en “elecciones libres y justas”
Lo ocurrido con las postulaciones para las elecciones presidenciales del 28 de julio sigue haciendo eco internacionalmente, a tal punto que el gobierno de Joe Biden amenazó a la administración de Nicolás Maduro, con que el incumplimiento del Acuerdo de Barbados “tendrá consecuencias”.
El alerta se hace en un comunicado emitido por el Departamento de Estado, donde se enfatiza: “Seguimos profundamente preocupados, junto con nuestros socios regionales, por la decisión del Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela de impedir que los partidos democráticos de oposición registren candidatos sucesivos para las próximas elecciones presidenciales de Venezuela”.
El escrito advierte que el CNE solo admitió candidatos que le convienen a Maduro.
“La aceptación por parte del CNE de sólo aquellos candidatos de la oposición con los que Maduro y sus representantes se sienten cómodos”, señala.
Por ello, denuncia que este hecho “va en contra de unas elecciones competitivas e inclusivas que el pueblo venezolano y la comunidad internacional considerarán legítimas”.
El comunicado pide que se “permitan que todos los candidatos se postulen y hagan campaña, actualicen el registro electoral y liberen a todos los presos políticos detenidos injustamente”.
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Asimismo, se refiere el documento a la necesidad de que las elecciones tengan observación internacional.
“Seguimos pidiendo a Maduro y sus representantes que garanticen el acceso de observadores internacionales”, dice.
También exige que se “ponga fin al encarcelamiento y el acoso de miembros de la sociedad civil y de la oposición”.
Anuncia que EE.UU. sigue unido “con la comunidad internacional para pedir a Maduro que permita a los venezolanos participar en elecciones libres y justas”.
Y, finalmente, ratifica que han dejado “claro” que “las acciones que vayan en contra del espíritu y la letra del Acuerdo de Barbados tendrán consecuencias”.
