La presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, llegó muy tranquila y con el deber cumplido a Corea del Sur. Atrás dejó la isla de Taiwán y a China encendida con maniobras militares para asustar y amenazar
Ilesa de la visita a Taiwán llegó la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, a Corea del Sur para continuar su gira asiática.
Atrás dejó a China molesta y con represalias contra la isla, entre ellas sanciones y ejercicios militares, reseñó La Vanguardia.
El avión de las fuerzas de EE.UU. en el que viaja Pelosi aterrizó hoy en la base aérea de Osan (al sur de Seúl) a las 21:26 hora local (12:26 GMT) procedente de Taipéi, donde Pelosi se reunió este mismo miércoles con la mandataria taiwanesa, Tsai Ing-wen.
La representante estadounidense tiene previsto reunirse este jueves en Seúl con su homólogo surcoreano, Kim Jin-pyo, antes de desplazarse ese mismo día a Japón, que será la última parada de su gira asiática, informó EFE.
Pelosi, quien pasó menos de 24 horas en una visita no anunciada oficialmente a la isla, prometió durante su estancia que Estados Unidos “no abandonará a Taiwán”.
China anunció medidas “contundentes y efectivas” que incluyen sanciones al territorio insular y un amplio despliegue militar en torno al mismo.
El problema, las armas
Taiwán es uno de los mayores motivos de conflicto entre China y EE.UU., debido sobre todo a que Washington es el principal suministrador de armas de la isla y sería su mayor aliado militar en caso de conflicto bélico con el gigante asiático.
China insiste en “reunificar” la República Popular con la isla, que se gobierna de manera autónoma desde que los nacionalistas del Kuomintang (KMT) se replegaran allí en 1949, reseñó EFE.
Esto tras perder la guerra civil contra los comunistas y continuaran con el régimen de la República de China, que culminó con la transición a la democracia en la década de 1990.