“Los talibanes no tienen palabra”, esta frase retumba en el pueblo de Afganistán, sumido en el miedo y la desesperanza por la llegada del terrorismo al poder, tras 20 años de acariciar las mieles de la libertad.
El jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, consideró "imposible" evacuar a todos los colaboradores afganos para el 31 de agosto. Lamentó que las medidas de seguridad adoptadas por Estados Unidos en el aeropuerto de Kabul dificultan la operación.