La subalimentación y malnutrición afecta sobre todo a Venezuela, México y Haití. Aunque la FAO teme que como consecuencia de la pandemia, el retroceso de la región en el ámbito de los alimentos será de 30 años
En América Latina aumentó el hambre por quinto año consecutivo. Esta situación afecta a 47,7 millones de personas, es decir 7,4 % de la población de la región, señala la FAO en un reciente informe. Uno de los países más afectados por el hambre es Venezuela, donde la inseguridad alimentaria y la subalimentación pone en riesgo a buena parte de la población.
“Más de la mitad de la población que sufrió subalimentación en la región se concentra en tres países: Venezuela, que ha triplicado la cifra en los últimos 5 años. México, con un aumento de 2,5 puntos porcentuales en el mismo periodo. Y Haití, donde casi la mitad de los ciudadanos se encuentran en esta situación”, destaca el escrito citado por la agencia Efe.
Se trata del informe Panorama de la seguridad alimentaria y nutricional en América Latina y el Caribe 2020. El documento lo elaboraron la FAO, en colaboración con la Organización Panamericana de la Salud (OPS). Además del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), Unicef y el Programa Mundial de Alimentos (PMA).
Lea también: EN UNA SEMANA INICIA VACUNACIÓN: Reino Unido el primer país que aprueba la vacuna contra la COVID-19
Deterioro alarmante
La agencia de la ONU destaca que esta situación se produce “después de reducir considerablemente la cifra de gente que pasa hambre entre 2000 y 2014”.
Dice que “en los últimos cinco años Latinoamérica ha experimentado un deterioro y un repunte alarmante del hambre”.
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura dice: “Este reporte nos preocupa porque constata las cifras de los cuatro años anteriores. El hambre afecta a 13 millones de personas más que en 2014. 30 % de la población sufre inseguridad alimentaria moderada o grave”, explicó Julio Berdegué, representante regional de la institución.
“El número de latinoamericanos que padecieron hambre en 2019 aumentó en 5,2 millones: Esto respecto a la cifra que se reportó en 2018, que fue de 42,5 millones. Implica un crecimiento del 12,2 % en doce meses”, alerta.
También aumentó desde 2014 el número de latinoamericanos que sufre inseguridad alimentaria. Una coyuntura que en 2019 padecieron 191 millones de personas, casi un tercio de la región. De ellos, 57,7 millones pasaron hambre o estuvieron más de un día sin comer.
Sobre la malnutrición, el informe elogia los avances contra la desnutrición crónica. Esta se redujo de 23 % en 1990 a un 9 % en 2019. Una marca inferior al promedio mundial de 21,3 %.
Sin embargo, la FAO alertó sobre un incremento en el sobrepeso y obesidad, la otra cara de la malnutrición. Estas condiciones que afectaron en 2019 a 59,5 % de los adultos y se incrementaron especialmente entre los niños menores de 5 años.
La malnutrición, apunta el informe, afecta especialmente a las familias más desfavorecidas del mundo rural. Especialmente poblaciones indígenas y afrodescendientes y a la gente de menores ingresos de las áreas urbanas.
“Superar la grave situación que existe en algunos territorios con un alto nivel de hambre exige que las políticas públicas se focalicen en estos lugares y en las poblaciones más vulnerables que los habitan”, agregó Berdegué.
Pandemia, un retroceso de 30 años
Según consigna el informe de la FAO, la pandemia, que deja ya más de 13 millones de contagiados en Latinoamérica, agravará y profundizará las cifras de hambre y malnutrición en la región.
A esta cifra podrían sumarse otros 28 millones de personas que pasará a estar en situación de pobreza extrema. Esto supone un retroceso de 30 años en los indicadores.
“Se prevé que la pandemia también aumente todas las formas de malnutrición infantil y retraso del crecimiento. Además de deficiencias de micronutrientes, sobrepeso y obesidad”, agregó Anselm Hennis. Él es director del Departamento de Enfermedades no Transmisibles y Salud Mental de la OPS.
La crisis económica que ha generado la pandemia supondrá, según estimaciones de Cepal, una recesión del 9,1 % en la región y un aumento de pobreza del 37,3 %.
