Lula da Silva obtuvo más de 5 millones de votos por encima de Bolsonaro
El expresidente Luiz Inácio Lula da Silva ganó las elecciones presidenciales en Brasil, este domingo, pero al no alcanzar más de 50% de los sufragios, debe enfrentarse en una segunda vuelta a su adversario, el actual mandatario de ese país, Jair Bolsonaro.
Al principio de los escrutinios y por varias horas, Bolsonaro lideraba el cómputo, pero luego Lula da Silva fue remontando la cuesta hasta superar a su contrincante con más de tres millones de votos.
Sin embargo, los resultados divulgados por el Tribunal Superior Electoral (TSE) prevén que el dirigente del Partido de los Trabajadores (PT) tendrá que enfrentarse al líder ultraderechista, en la segunda vuelta programada para el 30 de octubre.
Al momento del cierre de esta nota, con 98,53% de los votos escrutados, Lula tenía 48,10% de los sufragios (56.081.020 votos), frente a 43,48% (50.690.968 votos) de Bolsonaro.
Las encuestas habían apuntado al expresidente Lula como amplio favorito para regresar a la presidencia, incluso con una victoria desde la primera vuelta.
Ligia Machado, una seguidora del líder del Partido de los Trabajadores (PT) que seguía el conteo en el centro de Rio de Janeiro con cientos de simpatizantes de izquierda, rompió en llanto cuando vio en una pantalla gigante en la calle que Lula pasaba delante.
“Tenemos millones de hermanos pasando hambre, y con Lula vamos a estar mejor, con seguridad”, dijo emocionada a la AFP.
Bolsonaro empezó el escrutinio con más de siete puntos de ventaja, que se fue reduciendo a medida que avanzaba el conteo.
“Bolsonaro empieza en la delantera. Yo aposté: Datafolha va a equivocarse (de nuevo)”, escribió en su cuenta de Twitter Eduardo Bolsonaro, diputado federal e hijo del presidente, refiriéndose a la encuestadora más prestigiosa de Brasil.
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Bolsonaro busca la reelección y Lula da Silva, que gobernó el país entre 2003 y 2011, aspira regresar al poder.
El actual mandatario puso en duda durante la campaña la seguridad de las urnas electrónicas y agitó la amenaza de un fraude que lo perjudique. “Con elecciones limpias que gane el mejor, sin ningún problema” dijo.
Su rival, Lula da Silva, votó en São Bernardo do Campo, en las afueras de São Paulo, el distrito industrial donde nació a la vida política. El expresidente llamó a terminar con el odio: “Los bolsonaristas más fanáticos tendrán que adecuarse a la mayoría de la sociedad”.
