Cabe preguntarse: ¿qué ganan otros y sus organizaciones políticas que se saben inhabilitados e insisten en candidatearse?… Elecciones, el “negocio eterno” para muchos, ¿por qué será?
María Corina Machado, coordinadora nacional de Vente Venezuela y precandidata presidencial a las primarias de la oposición, asegura que no está inhabilitada para ejercer cargos públicos.
Ello lo indicó Machado en una entrevista en el programa 8 Columnas, donde explicó que estuvo inhabilitada por un año, pero que dicha penalidad ya no está vigente.
“Yo no estoy inhabilitada, lo estuve durante un año, para que me fuera imposible postularme a la Asamblea Nacional, pero como no tenían nada que conseguirme no pidieron inhabilitarme por más de un año. Ya eso fue siete años atrás”, declaró.
Añadió que no es el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), ni el Consejo Nacional Electoral (CNE), ni los partidos políticos, ni el Ejecutivo ni Maduro los que deciden quiénes gobernarán el país, sino la gente, los electores, los venezolanos dentro y fuera del país.
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¿Qué ganan los inhabilitados lanzándose?
Acá es muy válida la pregunta: ¿qué ganan los inhabilitados políticos y los partidos lanzándose como candidatos si saben que no podrán ejercer?
Algunos de los potenciales están en el país y la mayoría fuera, lo harán pensando que pueden ser “indultados” por “favores” o la “benevolencia” de los poderes nacionales, no se sabe, pero de que aspiran lo hacen.
Otros tendrán las esperanza de que en la mesa de negociación en México, entre las delegaciones de chavismo y la oposición, haya humo blanco y se lo permitan: ¿ingenuidad o qué?
Entre estos últimos, que no son los ingenuos, están los políticos de oficio que ven en cada elección nacional un “negocio” para conseguir postores y le financien sus caprichos, en dólares, cada dos, tres o cinco años, y de eso viven.
Se conoce de casos de políticos a los que nunca se le ha conocido profesión o trabajo y siguen manteniendo “su estatus” y continúan viajando o residiendo frecuentemente el extranjero “con todas las comunidades”. No dudamos que sean buenos administradores, porque para vivir sin trabajar, y sin herencia, tienen que ser “genios”.
Por eso, el país puede estar mal pero todos quieren elecciones. Por algo será.
