El presidente de Fedecámaras lamenta que la desaceleración de la economía sea de 8% en los primeros cuatro meses del 2023
A la economía de Venezuela nuevamente parece que le cayeron las 10 plagas de Egipto, a la luz de lo que está ocurriendo actualmente, cuando los bolsillos de los que menos tienen sufren a causa de la inflación, la falta de combustible y, para rematar, por el regreso de los apagones prolongados.
Un reflejo de lo que pasa en el país lo mostró el presidente de Fedecámaras Zulia y expresidente de la Cámara de Comercio de Maracaibo, Ezio Angelini, al presentar un informe de la situación de la entidad que se puede extrapolar a toda Venezuela.
“El decrecimiento está cercano al 8 %, con lo que volvimos otra vez a la tendencia negativa”, lamentó Angelini, en entrevista con Unión Radio.
A su juicio, lo peor es que “existe una inflación en dólares que afecta a la canasta alimentaria, por lo que el consumo ha bajado y los salarios no ayudan”.
Lea también: POR CORRUPCIÓN SIN LÍMITES: Pdvsa deja a los venezolanos a pie – VIDEO
Dijo que la escasez de gasolina es un grave problema que no solo azota a la entidad, sino a todo el país, por lo que aprovechó para hablar de la situación petrolera y las sanciones.
“Es necesario aliviar las sanciones. En el caso del Zulia, que es un estado petrolero, no se ha sentido el efecto Chevron. Si no hay un cambio completo en las políticas económicas del Estado venezolano, veo difícil que salgamos de este bache”, sostuvo.
Y, para aumentar la tragedia, las fallas constantes de electricidad hacen estragos, en especial en el Zulia.
“No hemos dejado de sufrir bajones de electricidad, sobre todo cuando entran estos meses de intenso calor es cuando peor se pone la cosa. Es un momento crítico; tres o cuatro horas diarias (de cortes) en todos los sectores y en los municipios pequeños fronterizos se sufre mucho más, como Perijá, Machiques, La Villa, Santa Bárbara, Mara, entre siete y ocho horas, es complejo”, dijo.
Lamentó que las fallas en la electricidad y el combustible tiene consecuencias, como un efecto dominó sobre los demás servicios: “es algo que lamentablemente nunca se ha dejado de sufrir”, agregó.
