El abogado teme que los presos políticos enfrenten problemas de nutrición y salud, además del peligro que correrán sus vidas
Para el abogado Joel García, el traslado de presos políticos a penales ordinarios será “horroroso”. La afirmación del abogado se suma a las voces de alerta sobre el peligro que corren los más de 300 detenidos por razones políticas que hay el país.
“Eso va a ser horroroso” dijo García, en entrevista con Unión Radio, donde advirtió que cualquier detenido está a la orden del Servicio Penitenciario. Mientras el juez debe ordenar su traslado a cualquiera de las cárceles nacionales.
“Pero en Venezuela los presos políticos prácticamente no están a la orden del juez, están a la orden de la Dgcim, del Sebin o de las FAES. Porque una vez que los aprehenden los presentan dentro de 48 horas en el tribunal y la persona está enterita, sanita”, dijo.
“El juez lo ve y se lo llevan. La acusación viene dentro de 45 días siguientes y la audiencia preliminar 20 días después de esa acusación. ¿Qué sucede en ese ínterin que es incomunicado el preso desde que lo aprehenden hasta ese día que le hagan la audiencia preliminar? Interrogatorios, torturas, eso es lo que sucede en Venezuela. La Dgcim, el Sebin, el Cicpc y la FAES no tienen por qué tener detenidos. Ese es el deber ser”, explicó.
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Por otro lado, lamentó que no hay forma de evadir el traslado, porque se trata de un decreto presidencial publicado en Gaceta Oficial.
“Es lo que establece la norma. Lo que pasa es que nos acostumbramos a que estaban en la Dgcim y en el Sebin. Eso no existe. No hay forma de detener el traslado, y ya está en decreto presidencial”, manifestó.
Ratificó que el problema del traslado radica en la situación de los penales en Venezuela. “A veces llega una cisterna y es un tobo con agua para cada preso. La dieta que tienen es una arepa con dos cucharadas de granos, tres veces al día”, advirtió.
Describió que “los presos que no tengan un familiar cerca que le pueda llevar comida caerán en desnutrición. En la visita tiene que tener bluyines y franelas blancas; y las mujeres con sandalias abiertas. Si deseas una visita conyugal tienes que pagar 30 dólares. No los están sacando al patio a tomar sol, la visita es una vez a la semana en flexibilización por una hora. Se paga por todo, por una llamada telefónica tienes que pagar”, aseveró.
En definitiva, sostiene que cualquier persona que llegue a un centro penitenciario en Venezuela arriesga su vida, su salud y su nutrición.