Familiares de las víctimas de explosión de las bombonas denunciaron que el hospital de Maturín no cuenta con insumos ni equipos para atender personas quemadas
Veintisiete personas, de las 43 que resultaron heridas el lunes por una explosión de bombonas de gas en el estado Mongas, continúan hospitalizadas. Seis de ellas con pronóstico reservado, informó la agencia Efe que cita fuentes del hospital Manuel Núñez Tovar, en Maturín.
Del total de internados en el centro clínico, 18 son adultos, y 9 menores de 4, 6, 9, 11, 13 (2), 14 y 17 años de edad (2).
La deflagración se produjo la tarde de este lunes en el municipio Piar. Funcionarios de Pdvsa Gas Comunal descargaban las bombonas frente a la vivienda de una persona encargada de la distribución de las cajas CLAP.
Los vecinos, que llevaban 9 meses esperando la llegada del servicio de gas a la zona. Ellos hacían cola a la espera de que llegase su turno para recoger su bombona. De pronto una explotó una de ellas, provocando una reacción en cadena que llevó a que estallasen todas las demás.
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A consecuencia de la explosión, resultaron afectadas 47 personas, entre las que se encontraban niños, adultos y ancianos.
Según explicaron familiares de los quemados, el hospital no cuenta con el equipo y material necesario para atender urgencias de este tipo. También denunciaron la falta de antibióticos, cremas para quemaduras y gasas para atender a las personas.
Gender Leonett, quien tiene hospitalizadas a dos hijas menores de edad, una hermana y una sobrina, aseguró que no hay medicamentos ni pañales. Pero dijo que las autoridades prometieron brindarles ayuda cuando se produjo el accidente, pero, casi 24 horas después, no han recibido el apoyo prometido.
En Venezuela se registran casi a diario protestas por las fallas en los servicios públicos, entre ellos el gas doméstico.
En las comunidades más rurales los ciudadanos pueden llegar a estar meses sin el servicio y se han visto en la necesidad de recurrir a la leña para cocinar.
